Taiwán podría convertirse este miércoles en el primer país de Asia en legalizar las uniones de personas del mismo sexo, si los jueces del Consejo Constitucional deciden que la norma actual es contraria a la constitución, un proceso que se ha extendido durante años y que despierta esperanza entre los activistas.
Los activistas son optimistas con respecto a la decisión, en un contexto de crecientes movilizaciones en la isla a favor del matrimonio igualitario.
Sin embargo, esta tendencia coexiste con sectores muy conservadores que han organizado masivas manifestaciones y el debate divide a la sociedad.
La decisión será publicada en internet por la justicia hacia las 16H00 hora local (08H00 GMT).
Ya está previstas manifestaciones tanto a favor como en contra en el centro de Taipéi.
Chi Cia-wei, de 59 años, es uno de los demandantes ante la corte. Tras una lucha de 30 años para defender sus derechos se declaró "100% optimista" de que el tribunal se declarará a su favor.
En el caso de que haya una sentencia favorable, pidió que los jueces permitan desde el día siguiente que las parejas homosexuales puedan registrarse para casarse, en lugar de esperar que haya un plazo establecido por el gobierno para implementar la decisión.
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En el centro del debate se encuentra una disposición del código civil según la cual las bodas sólo pueden unir a un hombre y una mujer. Los abogados de los demandantes defienden la idea de que este artículo es contrario a varios principios de la Constitución que garantizan la igualdad entre todos.
Otro de los demandantes es la municipalidad de Taipéi, que rechaza regularmente los pedidos de bodas entre personas del mismo sexo y busca obtener clarificaciones.
– Implicaciones en toda la región –
Del panel de 14 jueces, es necesario que haya una mayoría de 10 para que prospere la iniciativa.
Por primera vez, la autoridad judicial publicará la decisión también en inglés, signo de la mediatización del caso y del interés internacional que genera.
La isla nacionalista, separada políticamente de China desde 1949, figura entre las sociedades más progresistas de la región con respecto a los derechos de los homosexuales.
Jennifer Lu está en pareja con su compañera desde hace cuatro años. Intentaron casarse en agosto de 2014.
"Todo el mundo espera con impaciencia esta decisión, no sólo en Taiwán sino en toda Asia", subrayó Lu, militante de Taiwán LGBT Hotline Association (lesbianas, gay, bisexuales y transexuales).
"Tendrá implicaciones para toda la región", dice, citando a países como Corea del Sur o Japón.
Grupos conservadores y religiosos aseguran que las bodas entre personas del mismo sexo destruirán los valores de la familia.
"Tenemos nuestra estructura con un marido y una esposa, un hombre y una mujer, y quieren cambiar eso", declaró a la AFP Sammy Yu, portavoz de una asociación llamada La Estabilidad del Poder.
"Una boda no es únicamente un tema de amor, o sentimientos. Es también la continuación de la raza humana", aseguró a la AFP en una manifestación la semana pasada.
Desde la llegada al poder en mayo de 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, que defendió abiertamente las uniones gay, esta causa ha sido favorecida.
En el Parlamento, un proyecto de ley que enmienda el código civil franqueó un obstáculo al pasar la primera lectura con un voto favorable.