El presidente Rodrigo Duterte ha acortado su visita a Rusia y ha decretado la ley marcial en toda la isla de Mindanao (al sur del archipiélago) después de que un grupo de milicianos vinculados al Estado Islámico asaltaran este martes diversas áreas de la ciudad filipina de Marawi, y se enfrentaran a las fuerzas del ejército enviadas para recuperar el control de la zona.
"Grupos del Estado Islámico han tomado la provincia, se están llevando a cabo enfrentamientos, por desgracia, tengo que estar allí", ha afirmado el presidente filipino en el encuentro con su homólogo ruso, Vladímir Putin, explicando los cambios en la agenda de su visita a Rusia.
Ante la confusión producida por el incidente, las redes sociales se hacían eco de los acontecimientos:
Por si no lo sabíais ha habido un ataque también del ISIS en Marawi, Filipinas. Explosiones y tiroteos alrededor de sus 3:20pm. pic.twitter.com/jjcZ45daPu
— Bonnie (@EtherealTraces) May 23, 2017
Un portavoz del ejército, el teniente coronel Jo-Ar Herrera, indicó al diario 'The Philippine Star' que el enfrentamiento comenzó en torno a las 2 de la tarde, poco después de que las fuerzas de seguridad fueran alertadas por los habitantes de una de las zonas residenciales asaltadas por los insurgentes armados: "Nos dijeron que habían visto hombres armados-indicó Herrera-. Comprobamos que se trata del núcleo central del 'grupo Maute' e iniciamos una operación quirúrgica para neutralizarlos", explicó.
Duterte admitió el pasado mes de noviembre que el mencionado grupo Maute –que recibe su nombre de su líder, Abdullah Maute– se ha convertido en la principal rama del EI en Filipinas.
tragedia tras tragedia. marawi es una ciudad en filipinas que ha sido atacada por miembros de isis. #PrayForMarawi pic.twitter.com/oybyw8rAwD
— f e r n a n d a ?? (@phandasmemes) May 23, 2017
Según la explicación ofrecida por este portavoz del ejército, unos quince miembros de dicho grupo se habían escondido en un apartamento. Entre ellos se encontraba Isnilon Hapilon, uno de los líderes más importantes del sanguinario movimiento Abu Sayyaf, por el que EE.UU. ofrece una recompensa de 5 millones de dólares. La versión oficial es que el intento de capturar a Hapilon derivó en un violento enfrentamiento cuando otros miembros del grupo Maute acudieron en su ayuda.
Esta es la tercera vez que se declara la ley marcial en la historia reciente de Filipinas. Ferdinand Marcos la declaró en 1972 en todo el país, y la presidenta Gloria Arroyo hizo lo propio en 2009.