La justicia india decidirá si una niña de 10 años embarazada tras ser violada repetidamente por su padrastro puede abortar, anunció este martes la policía.
La niña, a la que su madre dejaba con frecuencia en casa cuando iba a trabajar en obras de construcción, contó que fue víctima de violaciones repetidas. El padrastro fue detenido.
Cuando la niña denunció las violaciones había vencido el plazo de 20 semanas durante el cual se autorizan las interrupciones voluntarias de embarazo, en el caso de que la vida de la madre o de su hijo corran peligro.
"Recurrimos al tribunal competente para pedirle que ordene una interrupción del embarazo", explicó a la AFP Pankaj Nain, jefe de la policía de Rohtak, en el estado de Haryana (norte). "Ahora le toca a la justicia decidir", añadió.
En los últimos meses, varias mujeres víctimas de violación o de trata de seres humanos recurrieron a la principal jurisdicción india para pedir autorización para abortar pasado el plazo legal.
Los defensores de los derechos de las mujeres militan para extender este plazo a 24 semanas, alegando que las víctimas de violación no se precipitan a declarar un embarazo.
La Corte Suprema autorizó en 2015 a una adolescente de 14 años víctima de violación a abortar pasado el plazo legal.
El calvario de esta pequeña de 10 años salió a la luz cuando se sinceró con su madre, que llamó a un teléfono de ayuda a las víctimas.
Nain explicó que la niña prestó declaración ante la policía y recibe atención médica y ayuda psicológica.
India tiene un triste balance en materia de violaciones. En 2012, la violación colectiva de una estudiante en Nueva Delhi causó indignación a nivel nacional y puso en evidencia la violencia que sufren las mujeres en este país de 1.250 millones de habitantes.
Solo en la capital se señalaron 2.199 violaciones en 2015, un promedio de seis diarias.
Casi 40.000 violaciones se registran cada año en India, pero el número real es seguramente muy superior porque muchas víctimas se callan para no ser estigmatizadas.