Funcionarios de Irán afirmaron este viernes que no "había posibilidades" de salvar a los nueve mineros atrapados los últimos dos días, después de que una explosión accidental dejara 26 muertos en la mina en la que trabajaban.
Gases tóxicos invadieron la mayor parte de los dos kilómetros de túneles de la mina de Zemestan Yort, en el norte de Irán, en tanto los equipos de rescate luchaban para poder acceder a la zona en la que los trabajadores se quedaron atrapados tras la explosión.
"No hay posibilidades de que haya trabajadores con vida en la mina", dijo el viceminsitro de Interior, Esmail Nadjar, citado por la agencia de noticias ISNA.
La explosión se produjo a unos 700 metros de profundidad y estuvo provocada por el intento de encender el motor de un carro, según la prensa iraní. El estallido provocó el derrumbe de una parte de un túnel de la mina, situada cerca de la ciudad de Azad Shahr (provincia de Golestán).
El balance de fallecidos ha cambiado varias veces desde el miércoles, pues algunos de los trabajadores no estaban registrados.
Sadegh Ali Moghadam, director de la oficina provincial de gestión de crisis, declaró a la agencia ISNA que los equipos de rescate habían superado el primer bloqueo, pero que no podían avanzar por culpa de una roca que tenía que ser destruida.
Un funcionario local también afirmó que algunos marcos de metal dañados tenían que ser retirados cuidadosamente para evitar otra explosión.
La mina permanecerá cerrada durante unos seis meses, hasta que finalice la investigación ordenada por el presidente de la República islámica, Hasan Rohani.