Islamabad, 17 abr (EFE).- El Ejército paquistaní informó hoy de la muerte de 108 supuestos insurgentes y la detención de 4.510 personas desde que el pasado 22 de febrero lanzó una operación antiterrorista que "está restableciendo el control del Estado".
"El pueblo, el Estado y las instituciones de Pakistán han hecho considerable progreso en la mejora de la situación de seguridad", dijo en una rueda de prensa el director de la oficina de comunicación militar (ISPR), el general mayor Asif Ghafoor.
Ghafoor indicó que desde la puesta en marcha de la operación Radd-ul-Fasaad ("eliminación de la discordia") el 22 de febrero han sido abatidos en "intercambio de disparos" 108 supuestos insurgentes.
Además, anunció que Ehsanullah Ehsan, exportavoz del principal grupo insurgente del país, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), y uno de sus líderes se ha rendido a las autoridades.
Del total de víctimas, 73 fueron abatidos en las áreas tribales de administración federal (Fata) y Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste del país, 17 en la provincia del Punyab (este) y los demás en el resto del país en 15 grandes operaciones y 4.535 misiones de inteligencia.
Esta es la primera vez que las autoridades dan cifras de esta operación, iniciada tras una serie de atentados que tuvo su colofón en un ataque a un templo sufí el 16 de febrero que causó 83 muertos.
Al día siguiente de ese atentado, el Ejército indicó que "más de cien" supuestos insurgentes habían sido abatidos, una cifra de la que tampoco dio más precisiones.
Los datos del Ejército, que no pueden ser confirmados de forma independiente, fueron difundidos en coincidencia con la visita del asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el teniente general H.R. McMaster, al país, en el primer viaje de un alto representante del Gobierno de Donald Trump.
El ISPR informó de que hasta el momento han sido ejecutados 24 de los 161 condenados a muerte en tribunales militares y que 14 nuevos ahorcamientos se llevarán a cabo "pronto".
Por otra parte se refirió a la situación de los indocumentados en el país al afirmar que ha detenido a 1.859 afganos en situación ilegal, al tiempo que continúa la construcción de una valla en la frontera de 2.600 kilómetros con el vecino Afganistán.
Pakistán quiere levantar 744 kilómetros de verja en Khyber Pakhtunkhwa y cien kilómetros en las zonas tribales de Bajour y Mohmand.
También ha finalizado 43 puestos fronterizos y 63 más se encuentran en proceso de construcción en la frontera afgana trazada sobre la denominada "Línea Durand, creada tras un acuerdo entre los británicos y Kabul en el siglo XIX.
Radd-ul-Fasaad es la continuación de la operación Zarb-e-Azb (Afilado y cortante), que se puso en marcha en las zonas tribales en junio de 2014 y en la que murieron unos 3.400 supuestos insurgentes y que ayudó a reducir significativamente la amenaza terrorista en el país, según las autoridades.