Ginebra, 11 abr (EFE).- Unicef afirmó hoy que unos 151.000 niños han sido desplazados desde que comenzó la ofensiva militar para recuperar la parte occidental de la ciudad iraquí de Mosul a mediados de febrero, y advirtió del peligro extremo que afrontan unos 220.000 menores "sin salida" en el casco antiguo.
El asesor regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para emergencias y coordinador sénior de emergencias para Mosul, Bastien Vigneau, dijo a la prensa por teléfono desde Erbil que desde que comenzó a mediados de octubre pasado la batalla por liberar Mosul del grupo yihadista Estado Islámico (EI) unos 250.000 niños se han visto desplazados.
En las últimas seis semanas se han registrado unos 151.000 niños desplazados, señaló.
Los niños sufren lloros, heridas de guerra, aflicciones psicológicas, pesadillas y mojan la cama por las condiciones extremas que han vivido en la batalla por esa ciudad en el norte de Irak, en la que los menores incluso son utilizados como escudos humanos, relató Vigneau.
Unicef, que vigila y controla sistemáticamente a los niños desplazados, ha detectado además 73 casos de malnutrición severa.
"Nuestra gran preocupación es que, a medida que el conflicto se intensifica en la parte occidental, los niños se encuentren atrapados bajo el fuego cruzado y resulten heridos o mueran", afirmó.
"Vemos definitivamente más niños víctimas del conflicto de los que hemos visto en la parte oriental de Mosul", indicó Vigneau.
Según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y del Gobierno iraquí, 220.000 niños "se encuentran en riesgo extremo en la ciudad vieja, rodeada por las fuerzas de la coalición y aún bajo control del EI".
"No hay salida posible para ellos. Es una carrera contra el tiempo y cuanto más tiempo pasa menos posibilidades tienen" de huir o de sobrevivir, sostuvo.
Otra circunstancia que inquieta a Unicef es el "creciente número de niños no acompañados en las últimas semanas", especialmente desde que las fuerzas iraquíes comenzaron el 19 de febrero la ofensiva para recuperar la parte occidental de Mosul, después de haber completado en enero la reconquista de la mitad este, dijo.
Unicef ha documentado unos 2.000 menores no acompañados, de los que aproximadamente la mitad han podido ser reunificados con sus familias, explicó Vigneau.
"A medida que la lucha en el casco antiguo se convierte en una guerra plena existe un elevadísimo riesgo de que estos niños queden separados de sus familias, y entonces serán extremadamente vulnerables", alertó.
El experto de Unicef afirmó además que el EI ocupa escuelas y otros edificios públicos.
"Una familia nos contó que tuvo que esconderse en el sótano mientras que en el piso superior estaba el EI. Intentaron mantenerse en silencio porque tenían miedo a que los yihadistas les llevaran por la fuerza al casco antiguo" señaló Vigneau.
Unicef se encuentra además preocupado por las infraestructuras sanitarias e instalaciones de agua destruidas.
El control de vectores (para reducir o interrumpir la transmisión de las enfermedades) y el suministro de agua suficiente y potable para la población será un desafío enorme, recalcó.
Además, el hospital de Mosul occidental no tiene suficiente capacidad para responder a todos los casos, dijo el experto de Unicef, quien advirtió de que en las "próximas semanas las necesidades serán enormes" a raíz de la batalla por la ciudad iraquí.