MANILA, Filipinas (AP) — El presidente de Filipinas Rodrigo Duterte lanzó el jueves una diatriba llena de insultos contra el principal diario y cadena televisiva del país y amenazó con humillar a estas empresas y sus dueños, a los que acusó de distorsionar su mano dura en la lucha contra las drogas.
Duterte llamó "tontos" a los dueños del Inquirer y ABS-CBN y los amenazó de maldecirlos y usar a la cadena televisiva estatal para ridiculizarlos y así "vengarse".
A raíz del exabrupto, la organización que monitorea medios dijo que el mandatario es un "tirano mezquino, que cree erróneamente que el servicio público es un beneficio que le permite alardear de las leyes del país".
Duterte, quien ha tenido una relación espinosa con los periodistas, se quejó de que su campaña ha sido mostrada como una lucha enfocada principalmente hacia los pobres. También estaba furioso por historias sobre la presunta corrupción de su gobierno y dijo que renunciaría si se comprueban los reportes sobre depósitos bancarios no declarados.
"Hay periodistas que son hijos de p… y que no saben nada sino mentiras", dijo el presidente en un discurso durante una ceremonia de juramentación de funcionarios públicos en el palacio presidencial de Manila.
Funcionarios del palacio presidencial borraron los improperios en una transcripción oficial del discurso que enviaron a agencias noticiosas.
Las medidas severas de Duterte contra las drogas, que han dejado miles de muertos, mayormente sospechosos de delitos menores relacionados a drogas, ha alarmado a gobiernos de Occidente y hecho que funcionarios de derechos de la ONU consideren realizar una investigación.
Duterte, quien dice que no ha aprobado asesinatos extrajudiciales pero repetidamente amenaza de muerte a sospechosos de delitos de drogas, ha atacado verbalmente a Estados Unidos, la Unión Europea y otros críticos.
El líder de 72 años, quien llegó a la presidencia el año pasado tras fungir como alcalde durante dos décadas, también echó chispas por los reportes que especularon sobre la naturaleza de su enfermedad, e insinuó que la gente mayor naturalmente llega a tener problemas de salud. Se le notó visiblemente furioso por una foto que lo muestra en su cuarto con una máquina de oxígeno.