El gobierno sirio perpetró "una masacre a ritmo lento" de muchos sirios atrapados en zonas distantes al privarlos de alimentos y medicinas, dice un reporte de un grupo de derechos humanos divulgado el martes.
Médicos por Derechos Humanos dice en su documento que las autoridades sirias sistemáticamente manipularon el programa de envíos humanitarios de la ONU, privando a millones de sirios de alimentos y medicinas. La agrupación, cuya sede está en Nueva York, calificó el hecho de un crimen de guerra.
El proceso de dos fases para aprobar el envío de convoyes con suministros, acordado por funcionarios sirios y de la ONU en abril del 2016, "fracasó rotundamente" en su objetivo de ayudar a la población siria porque el gobierno en Damasco mantuvo "la autoridad unilateral" de decidir quién recibía los equipos, dice el grupo.
Añade que además del incontable número de sirios que murieron de hambre, otros murieron por enfermedades debido a que las fuerzas oficialistas se robaban los medicamentos de los camiones que sí lograban entrar las zonas asediadas.
"Otros más murieron desangrados por heridas sufridas por la guerra — o murieron al dar a luz, o por otras causas evitables — porque las fuerzas oficialistas se negaban a permitir que los enfermos y heridos sean evacuados para recibir atención médica", dijo el grupo de derechos humanos.
El documento llamó a la ONU a entregar suministros a las zonas aisladas independientemente de si tiene o no aprobación del gobierno, y a documentar y denunciar rápidamente cualquier intento de interferir con los convoyes. Además exhortó al gobierno sirio a dejar de bloquear o demorar los envíos humanitarios.