Sobre los salarios, el acceso al empleo o la paridad en política, las desigualdades persisten en Canadá a pesar de que las diferencias se han reducido en los últimos años.
En este país, cuando un hombre recibe un dólar de salario, su contraparte femenina recibe 0,87, indicó el miércoles el Instituto de Estadísticas en un estudio publicado en ocasión del Día Internacional de la Mujer.
Esta diferencia podría explicarse por una mayor proporción de mujeres en puestos de trabajo con menor remuneración, pero, según Statistique Canada, a trabajo equivalente una canadiense sigue ganando menos que un canadiense.
En 30 años, la estructura de empleos en función del sexo se ha mantenido prácticamente sin cambios, con el 56% de las mujeres ocupando los puestos de trabajo a los que "tradicionalmente se han asociado", señala el estudio, citando las profesiones vinculadas a cuidados sanitarios, enseñanza y tareas administrativas o comerciales.
Esta proporción es del 17% para los hombres, que ocupan en cambio las tres cuartas partes de los puestos de trabajo más cualificados y mejor pagados.
Incluso con un alto nivel de cualificación, una mujer sigue estando peor pagada en una relación de 0,90 contra un dólar para el hombre.
Desde su llegada al poder a finales de 2015, el primer ministro Justin Trudeau ha abogado por la igualdad de género, para la que hizo un gesto fuerte al formar un gobierno conjunto con 15 ministras mujeres y otro tanto de hombres.
Sin embargo, en el Parlamento el desequilibrio persiste, con casi dos tercios de los parlamentarios hombres.
El miércoles, Trudeau lamentó esta desigualdad, pero señaló que él no podía "elegir directamente quién se sienta en el parlamento".
"Tenemos que hacer mucho más para alentar y persuadir a más mujeres a que se postulen como diputadas", dijo en una rueda de prensa.