Los combatientes del grupo Estado Islámico (EI) se retiraron de buena parte de la ciudad siria de Palmira pero dejaron detrás numerosas minas que hacen difícil el avance de las fuerzas gubernamentales, indicó el jueves el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las tropas sirias, apoyadas por el ejército ruso, ingresaron el miércoles en la ciudad luego de combates con los yihadistas, según el OSDH.
El jueves por la mañana los combatientes del EI estaban atrincherados en los barrios residenciales del este de la ciudad.
"El EI se retiró de gran parte de Palmira luego de colocar minas en la ciudad. En los barrios del este hay kamikazes", declaró Rami Abdel Rahman, director del OSDH. "Las fuerzas gubernamentales no pudieron de momento llegar al centro de la ciudad o a los barrios del este", dijo a la AFP.
Según Rahman no hay más combatientes yihadistas en la principal parte de la antigua Palmira, situada en el suroeste de la ciudad, pero ese sector está "muy minado".
La antigua ciudad de Palmira está inscrita en la lista de patrimonio mundial de la Humanidad de la UNESCO.
Situada en el centro del país, la ciudad fue capturada en mayo de 2015 por los yihadistas que destruyeron parte del patrimonio y llevaron a cabo ejecuciones masivas. Los combatientes de Estado Islámico fueron expulsados en marzo de 2016 pero volvieron a tomar la ciudad en diciembre.
Las fuerzas gubernamentales sirias, apoyadas con tropas en el terreno y bombardeos aéreos rusos, intentaban desde hace varias semanas llegar a Palmira a través del desierto de la provincia de Homs.