MANILA (AP) — El presidente filipino Rodrigo Duterte se disculpó el martes ante Alemania por no poder rescatar a un rehén que fue asesinado por extremistas islámicos, y aseguró que ha iniciado un amplio operativo militar contra los insurgentes.
Las fuerzas filipinas informaron que el alemán Jurgen Gustav Kantner fue decapitado por milicianos de Abu Sayyaf en su reducto selvático, luego que el domingo pasó el plazo fijado para el pago de rescate. Los combatientes difundieron el lunes un video de la decapitación, pero el cuerpo no ha sido hallado.
"Estoy muy apenado que un rehén, un ciudadano de vuestro país, ha sido decapitado. Le doy mi pésame a la familia, le doy mi solidaridad al pueblo alemán", dijo Duterte en conferencia de prensa.
"Realmente hicimos todo a nuestro alcance. Estuvimos allí, el operativo militar ya lleva tiempo, pero no logramos llegar a tiempo", comentó.
Añadió que el gobierno filipino sigue firme en su política de nunca pagar rescate por rehenes, lo que según dijo sólo haría que crezca el grupo guerrillero.
En Alemania, la canciller Angela Merkel condenó "este acto abominable, que demuestra otra vez que estos terroristas son inhumanos y viles", según su portavoz Steffen Seibert. "Debemos unirnos para luchar contra ellos".
Duterte señaló las medidas que su gobierno ha tomado para combatir la ola de secuestros perpetrados por extremistas islámicos, entre ellas un pedido a China a ayudar a patrullar las aguas internacionales al sur de las Filipinas que hacen costa también con Malasia e Indonesia, donde han ocurrido gran cantidad de secuestros e incidentes de piratería.
"Le pedí a China a ver si nos podía ayudar en las tareas de patrullaje porque el poderío naval de China es tremendo", comentó. Informó que Beijing hasta ahora no ha respondido a su solicitud.