Cristina de Borbón, hermana del rey de España Felipe VI, fue absuelta este viernes de fraude fiscal pero su marido Iñaki Urdangarín fue condenado a 6 años y tres meses de prisión por sus malversaciones, informó el tribunal.
La infanta Cristina, de 51 años, fue juzgada como cómplice en delitos de fraude fiscal vinculados a la malversación de 6 millones de euros públicos atribuida a su marido cuando presidía la fundación Instituto Nóos.
El tribunal de Palma de Mallorca, en las islas Baleares, exculpó finalmente a la infanta: "debemos absolver y absolvemos a doña Cristina Federica de Borbón y Grecia de los delitos contra la hacienda pública", señala el fallo emitido ocho meses después de que el juicio fuera visto para sentencia.
Aun así, deberá pagar una multa de 265.000 euros –monto ya restituido durante el procedimiento– por su responsabilidad civil como beneficiaria de las ganancias obtenidas por su marido.
Desde la Casa Real, que apartó a la infanta de los actos oficiales tras estallar el escándalo, un portavoz se limitó a expresar "el máximo respeto a la independencia del poder judicial".
Urdangarín corrió menos suerte: el tribunal lo condenó a seis años y tres meses de prisión y a pagar una multa de más de 512.000 euros.
Se lo acusaba de haber malversado junto a un antiguo socio millones de euros entre 2004 y 2006 a través de contratos públicos firmados entre el Instituto Nóos y los gobiernos regionales de Baleares y Valencia, dirigidos entonces por el Partido Popular del jefe de gobierno Mariano Rajoy.
Los magistrados lo consideraron culpable de malversación, prevaricación, fraude a la administración, tráfico de influencias y fraude fiscal.
Los jueces fueron menos severos que la fiscalía que reclamaba 19 años y seis meses de prisión para Urdangarín, casado desde 1997 con Cristina de Borbón y pdare de sus cuatro hijos.
La sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, pone fin a un largo culebrón iniciado a finales de 2011 que ha hecho tambalear a la monarquía española y acabó propiciando la abdicación de Juan Carlos, en junio de 2014.
En este tiempo, el matrimonio, antes considerado ejemplar y moderno, fue apartado de los actos oficiales de la Casa Real e incluso vio como el rey Felipe VI les retiró el título de duques de Palma en 2015.