Siria evaluó positivamente las conversaciones que se realizaron en Astaná, Kazajistán, para poner fin al conflicto armado en esa nación árabe y a encaminar esfuerzos conjuntos en la lucha contra el terrorismo.
El presidente de la delegación de Siria, Bashar al-Jaafari, añadió que la reunión en la capita kazaja ha allanado el camino ante la celebración de la próxima conferencia de Ginebra que debe tomar en cuenta los dos encuentros de Astaná.
Reiteró el compromiso de Siria con los preparativos del acuerdo del cese de acciones de combate, sin embargo se reserva el derecho de responder a cualquier violación de estos preparativos por los grupos terroristas, advirtió.
Al-Jaafari aclaró que el hecho de no emitir un documento final del encuentro de Astaná se debe a que la delegación turca y los grupos armados llegaron tarde, y a la baja representación de Ankara. Enfatizó en la necesidad de tomar todas las medidas decisivas para cerrar la frontera sirio-turca.
Reveló que el tema de la Constitución siria no ha sido abordado durante este encuentro en Kazajistán, debido a que es un asunto que debe ser debatido por los propios sirios, lejos de la injerencia extranjera.
Por su parte, el jefe de la delegación rusa en las consultas, Alexandr Lavréntiev, señaló que las negociaciones en Astaná son un paso adelante en la solución del problema sirio.
"No puedo decir que representen un avance sustancial, pero sí es un paso adelante", consideró.
En vísperas de las conversaciones de Ginebra, Rusia afirmó que la cuestión del alto el fuego está siendo solucionada y quedan por resolver los asuntos políticos sobre el futuro del país, así como la lucha contra grupos terroristas como la banda takfirí EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Fath al-Sham (antiguo Frente Al-Nusra).
Durante la primera ronda de las consultas, celebrada los días 23 y 24 de enero, se acordó implementar un mecanismo para verificar el alto el fuego vigente en el país árabe desde el pasado 30 de diciembre.