El cuerpo del hermanastro del dirigente norcoreano, Kim Jong-un, asesinado en Malasia, no saldrá del país si la familia no proporciona muestras de ADN, advirtió el viernes Kuala Lumpur, a pesar del pedido de restitución de Pyongyang.
Médicos forenses malasios intentan esclarecer el espectacular homicidio de Kim Jong-nam cometido el lunes, que Seúl atribuye a agentes norcoreanos.
Los expertos analizaban el viernes muestras extraídas del cadáver para poder determinar la substancia tóxica que al parecer le fue rociada en la cara cuando se disponía a tomar un avión en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur.
Diplomáticos norcoreanos se opusieron a la autopsia, según responsables malasios, pero Kuala Lumpur permaneció firme y advirtió que el cuerpo no sería restituido a Pyongyang antes de concluir el proceso.
"Por el momento, ningún miembro de la familia o allegado ha venido para identificar o reclamar el cuerpo. Necesitamos muestras de ADN de un miembro de la familia para establecer el perfil de la persona fallecida", declaró a la AFP Abdul Samah Mat, jefe de la policía del Estado de Selangor, donde se encuentra el aeropuerto.
"Corea del Norte hizo un pedido para la restitución del cuerpo, pero antes de entregarlo, necesitamos identificar el cuerpo", agregó el responsable.
Los especialistas del laboratorio, que examinan muestras de sangre y de ropa, "efectuarán los análisis lo más rápido posible", declaró Cornelia Charito Siricord, del departamento de química en el ministerio malasio de Ciencias.
La policía interrogaba por su parte a dos sospechosas, una con pasaporte vietnamita, y otra con pasaporte indonesio, así como el novio de esta última, un malasio.
Kim Jong-nam, de 45 años, fue atacado el lunes por dos mujeres que supuestamente le rociaron la cara con líquido en el vestíbulo de salidas del aeropuerto, donde iba a embarcar para Macao, una región administrativa de China donde vivió durante años exiliado. Falleció poco después mientras era trasladado al hospital.