KARACHI, Pakistán (AP) — Un atacante suicida del Estado Islámico detonó sus explosivos el jueves en un famoso templo sufí en Pakistán, lo que dejó al menos 75 muertos y unos 200 heridos en el peor atentado en el país en más de dos años.
El agresor ingresó al salón principal del templo de Lal Shahbaz Qalandar en la localidad de Sehwan y detonó sus explosivos en medio de decenas de feligreses, de acuerdo con tres funcionarios de seguridad, quienes dijeron que entre los muertos hay al menos 20 mujeres y nueve niños.
Los funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato porque no están autorizados a declarar a la prensa. Fazal Palejo, un alto funcionario de salud de la provincia de Sindh, confirmó la cifra de víctimas.
El grupo extremista Estado Islámico reivindicó el ataque en una declaración circulada por su agencia noticiosa Aamaq, donde dijo que había atacado "una congregación chií". El grupo suní considera a los chiíes como apóstatas y ha atacado a la minoría chií en Pakistán previamente. Además, considera que los templos sufíes como el agredido el jueves son una forma de idolatría.
Raja Somro, que presenció el ataque, le dijo a una televisora local que centenares de personas realizaban una danza ritual llamada el Dhamal cuando el agresor se hizo detonar.
"Vi cuerpos por todas partes. Cadáveres de mujeres y de niños", dijo.
La televisión mostró imágenes explícitas tras la explosión, en las que podía verse a feligreses heridos mientras pedían ayuda a gritos y el suelo cubierto con zapatos, sangre y partes de cuerpos. Las mujeres lloraban y se golpeaban el pecho en señal de dolor.
Ghazanfar Shah, el custodio del sitio, dijo que las medidas de seguridad eran laxas en el templo, al que se entra por dos puertas doradas.
El primer ministro Nawaz Sharif prometió que las fuerzas de seguridad encontrarán a los perpetradores del ataque, de acuerdo con la televisión estatal.
"Cada gota de la sangre de la nación será vengada, y vengada inmediatamente", dijo el jefe del ejército, Qamar Javed Bajwa, en una declaración. "No más mesura".
El ataque del jueves fue el más mortífero en Pakistán desde el 16 de diciembre del 2014, cuando extremistas atacaron una escuela administrada por el ejército y mataron a 154 personas, en su mayoría niños.
Pakistán ha estado en guerra con el Talibán y otros grupos extremistas islámicos por más de una década.