Al menos 52 personas murieron y otras varias decenas resultaron heridas este jueves en un atentado con coche bomba en Bagdad, el más sangriento en la capital iraquí en lo que va de este año.
Este atentado, el tercero en tres días en Bagdad, fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), blanco de una ofensiva de las fuerzas iraquíes que intentan expulsarlo de Mosul, su último bastión en el país.
La explosión se produjo en una zona de concesionarios de automóviles en el barrio de Bayaa, en el sur de Bagdad, donde el martes cuatro personas murieron en otro atentado con coche bomba, precisó a la AFP un responsable del ministerio del Interior.
En las imágenes difundidas en las redes sociales se ven cuerpos carbonizados y despedazados, así como destrozos cuantiosos y a miembros de los servicios de defensa civil intentando apagar el fuego.
"Un ataque terrorista con coche bomba fue cometido cerca de la zona de concesionarios de coches en Bayaa y causó la muerte de 52 personas", informó en un comunicado un portavoz del mando militar encargado de la capital iraquí.
Un responsable del ministerio del Interior dio un balance similar, añadiendo que hay 60 heridos y que el número de víctimas puede aumentar.
El grupo yihadista EI reivindicó el ataque diciendo que iba dirigido contra "una congregación de chiitas", en un comunicado difundido por su agencia propagandística Amaq.
La víspera ya reivindicó otro atentado suicida con coche bomba que mató a otras 11 personas en el norteño barrio bagdadí de Habibiya, poblado sobre todo por chiitas.
La organización extremista sunita considera que los chiitas, la confesión mayoritaria en Irak, son herejes.
Capacidad de ataque
Pese a los reveses de los últimos meses y a la pérdida de terreno en Irak y en la vecina Siria, el grupo yihadista logra cometer atentados sangrientos.
Desde el lanzamiento el 17 de octubre de una ofensiva de las fuerzas iraquíes para reconquistar Mosul (norte), la segunda ciudad del país, el número de atentados del EI en Bagdad ha aumentado.
Con el respaldo de la coalición internacional antiyihadista encabezada por Estados Unidos, las fuerzas iraquíes recuperaron en enero la parte este de Mosul, donde se toparon con una férrea resistencia de los combatientes del EI.
Ahora se preparan para lanzar la ofensiva para recuperar el control de la parte oeste, del otro lado del río Tigris, más poblada que la oriental.
El EI se apoderó en junio de 2014 de extensas zonas del territorio iraquí.
La organización extremista no es el único frente abierto para las autoridades iraquíes, inmersas en una crisis política.
El gobierno enfrenta desde 2015 un movimiento impulsado sobre todo por los partidarios del influyente jefe chiita Moqtada Sadr. Reclama una mejora de los servicios públicos y reformas, además de acusar a los políticos de corrupción y nepotismo.