Arrestan a ciudadano salvadoreño que era buscado por las Autoridades Federales en Estados Unidos, FBI, acusado por hackear comunicaciones privadas.
Carlos Enrique Pérez Melara, un salvadoreño que estaba en la lista de los 10 fugitivos más buscados por las Autoridades Federales en Estados Unidos, FBI, por delitos informáticos, fue arrestado esta semana en El Salvador, confirmaron fuentes policiales.
El hombre, de 36 años, está acusado de interceptar las comunicaciones privadas de cientos o de víctimas, según el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Pérez Melara estaba a cargo de una web que ofrecía a los clientes una manera de "pescar a su amante infiel" mediante un programa espía disfrazado de tarjeta electrónica de felicitación.
El programa enviaba periódicamente correos electrónicos a los clientes con las comunicaciones privadas de las víctimas, desde contraseñas hasta listas de los sitios web visitados.
El salvadoreño llegó a Estados Unidos con una visa de turista y luego obtuvo una visa de estudiante para cursos universitarios en San Diego (California).
Las autoridades lo buscan al acusado desde julio de 2005, cuando se giró una orden de aprehensión en su contra en California tras ser acusados de varios delitos informáticos.
FBI detiene a la mujer del autor de la matanza en la discoteca de Orlando
Noor Mateen, la esposa de Omar Seddique Mateen, el autor de la masacre que acabó con la vida de 49 personas en junio de 2016 en una discoteca de ambiente gay de Orlando, Florida (EE.UU.), fue detenida en San Francisco por su implicación en el tiroteo.
La mujer fue arrestada por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos por colaboración, complicidad y obstrucción a la Justicia en la peor matanza por arma de fuego que ha sufrido el país.
"Me alegro de ver que la mujer de Omar Mateen ha sido acusada de ayudar a su esposo en la comisión de este brutal ataque al club Pulse", dijo en un comunicado el jefe de la Policía de Orlando, John Mina.
El oficial señaló que los cargos son "ayuda y colaboración al proporcionar apoyo material a una organización terrorista y obstrucción de la Justicia".
Mina indicó que nada podrá "borrar el dolor" que sintieron los familiares y amigos de las víctimas, muchas de ellas latinas, pero que esta información supone "cierto alivio".