En un comunicado el exmandatario, quien presuntamente está en Estados Unidos, aseguró que no es un fugitivo y está dispuesto a colaborar con la Justicia de Perú.
El expresidente de Perú, Alejandro Toledo, solicitado por supuesta corrupción, denunció este domingo que es víctima de un "linchamiento político" y reclamó presunción de inocencia sobre los delitos que se le imputan.
En un comunicado publicado en sus redes sociales, Toledo afirmó que no es un fugitivo de la Justicia peruana porque cuando salió del país no había cargos en su contra.
El ex jefe de Estado aseveró que defenderá su nombre con la condición de que no lo "prejuzguen" culpable.
Sobre Toledo pesa una orden de captura internacional por presuntamente haber recibido 20 millones de dólares en sobornos de la empresa Odebrecht. La orden de un juez peruano establece encarcelamiento preliminar por 18 meses.
"Yo estoy dispuesto a colaborar con una justicia pero que sea justa y dentro del Estado de Derecho, pero voy a defenderme y nunca me rendiré a una 'cacería de brujas' políticamente motivadas", sostuvo.
Toledo se encuentra supuestamente en Estados Unidos, donde reside habitualmente, pero el Gobierno peruano teme que pueda viajar a Israel, país que ya anunció que no le permitirá la entrada hasta que no resuelva sus asuntos en Perú, pues no hay tratado de extradición entre ambos países.
La Justicia estadounidense todavía no ordenó la captura de Toledo en su territorio porque está a la espera de que la Fiscalía de Perú le amplíe la información presentada, dijo el ministro del Interior peruano, Carlos Basombrío.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, solicitó su homólogo estadounidense Donald Trump, que evalúe la posibilidad de deportar a Toledo a Perú dentro de las facultades legislativas que le ley de migración da al Departamento de Estado.