La violencia volvió a sacudir las calles de Celaya el 23 de agosto, cuando un ataque armado en la base de transporte público de la empresa Atucsa resultó en tres personas fallecidas.
El incidente ha dejado a la ciudad en estado de shock, afectando particularmente a la comunidad de la colonia Tresguerras; donde tuvo lugar la tragedia.
Todo comenzó cuando un grupo de hombres armados llegó en motocicletas a la base de la empresa Atucsa, ubicada en la colonia Tresguerras; justo al lado del eje Herminio Martínez, al oriente de Celaya.
Sin previo aviso, los agresores bajaron de las motos y comenzaron a disparar de manera indiscriminada. En cuestión de segundos, el ataque se convirtió en una escena de caos y muerte.
Ataque armado en base de transporte público
Uno de los primeros en ser alcanzado por las balas fue el operador de una de las unidades de transporte, quien estaba a punto de iniciar su último viaje de ruta. A pesar de que iba acompañado por su esposa, ella resultó ilesa, aunque tuvo que presenciar la trágica escena. Cuando los paramédicos de la Cruz Roja llegaron al lugar; solo pudieron confirmar que el operador ya no mostraba signos vitales.
En la misma base, otros dos trabajadores, conocidos como checadores, también fueron alcanzados por las balas. Ambos resultaron gravemente heridos y fueron rápidamente trasladados en otra unidad de transporte público al Hospital General de Celaya. Sin embargo, al llegar al centro médico; el personal confirmó que ninguno de ellos había sobrevivido.
El ataque ha dejado en shock a la comunidad y ha elevado las alarmas sobre la seguridad en las zonas de transporte público de la ciudad. Aunque las autoridades aún no han determinado el móvil del crimen; una de las principales interrogantes es si los tres hombres fueron los objetivos específicos del ataque o si se trató de un acto para amedrentar a la empresa Atucsa.
Investigan fuerte ataque armado
Tras el violento ataque, tanto la base de la empresa como la unidad de transporte afuera del hospital fueron aseguradas por elementos de la Guardia Nacional. Las calles cercanas se llenaron de agentes fuertemente armados, quienes acordonaron la zona en un intento por preservar la evidencia y evitar más violencia.
Curiosamente, la policía local no estaba presente en el momento del resguardo. Esto se debe a que, en ese instante, los oficiales del municipio se encontraban bajo un proceso de revisión de armamento a cargo del Ejército Mexicano, lo que obligó a las autoridades federales a tomar el control de la situación.
Hasta el momento, la identidad de las tres víctimas no ha sido confirmada por las autoridades, y no se ha hecho público ningún avance en la investigación sobre los autores del ataque o el motivo detrás del crimen.