Con esmero, dedicación y gran sentido humano por la salud; el personal que está volcado a la vacunación contra la contagiosa enfermedad respiratoria COVID-19 está atendiendo con prontitud a los nicaragüenses en el rango establecido.
Este viernes se está inmunizando en el Policlínico Iraní, en el centro Elena del Carmen Lau y el Hospital Manolo Morales con primeras y segundas dosis de Sputnik V y Covishield.
«Vine temprano, me han atendido muy bien, me han dicho qué tipo de vacunas me están poniendo y no me ha dado ningún tipo de reacción»; indicó Carmen Talavera de Villa Venezuela.
El proceso de vacuna contra el COVID-19
Las personas que pueden aplicar al fármaco deben de tener más de 50 años, padecer de una enfermedad crónica, o ser un funcionario de alguna institución como Migración y Extranjería o la Dirección General de Aduana.
Además las personas llegan con su cédula y epicrisis, se realiza una breve entrevista, se verifica en el sistema; posterior se aplica la vacuna contra el COVID-19 y las personas pasan a una área para vigilancia por un término de 30 minutos.
«Hay muchos que son diabéticos e hipertensos. Cuando vengan a vacunarse pueden venir con algo en el estómago, un fresco y una comida. Les hemos insistido, la vacuna nos da un porcentaje, nosotros tenemos que poner el otro. El virus anda en la comunidad porque es igual que otras enfermedades, lo que tenemos que hacer protegernos»; sostuvo el doctor Enrique Beteta, viceministro de salud.
Explican que la demanda de la población ha sido exitosa y se está garantizando la atención adecuada.
Solo en el Hospital Manolo Morales se espera atender a más de 1 mil personas, gracias al esfuerzo del MINSA.