Pobladores del barrio Benedicto Valverde conmemoraron el 44 aniversario de la partida de héroes y mártires que ofrendaron su vida en defensa de la soberanía y dignidad de Nicaragua contra la guardia somocista.
«Hoy estamos conmemorando el 44 aniversario de la partida de Ismael castillo de Walter Mendoza, de Franco Toruño de Benedicto Valverde, aquí también recordamos a Henry Rubio y Denis Palacios, porque cuando nosotros recordamos a nuestros compañeros caídos es para pensar por el futuro, cuando estos compañeros eran jóvenes se organizaron, lucharon y dieron su vida”; expresó Román Castillo, hermano del combatiente Ismael Castillo.
Familiares de estos hombres valientes entregados a su pueblo, se hicieron presentes para reafirmar el legado que ellos dejaron que es defender a Nicaragua de todo aquel que quiera arrebatarle la paz.
«Mi hijo salió a luchar para una Nicaragua en paz, el fue muy valiente, a él no le importaba morir porque tenía firme su compromiso con la patria y él pueblo defender su dignidad y soberanía, como madre fue muy difícil para mí pero sin embargo me siento muy orgullosa de saber el gran hijo que tuve que hoy todos los nicaragüenses respetan, honran y admiran»; dijo la madre de Walter Mendoza.
Habitantes del barrio Benedicto Valverde conmemoran sus héroes
En este homenaje también asistió Edwin Castro, diputado de la asamblea nacional, quién recalca que gracias a la lucha de esos combatientes hoy Nicaragua tiene un cambio positivo para toda la población.
«Hoy estamos aquí tranquilos porque gracias a todos esos jóvenes, tenemos libertad, tenemos la paz, ellos murieron en defensa de la patria y nos sentimos orgullosos, los honramos a casa uno de ellos»; indicó el diputado.
Román Castillo dijo que un 07 de julio cayó como decía Tomás con la vista hacia el Sol Ismael Walter y Fran en la barranca Masaya y Benedicto en una trinchera en Rubenía tirándole escopetazos, cuidando a la nación luchando por el país, la guardia lo tanqueteó le partió las piernas lo agarró vivo quisieron que él dijera algo y él nunca dijo nada y lo quemaron, pero hasta su último momento demostró su lealtad al Frente Sandinista y al pueblo.