Muy orgullosos se mostraron muchos voluntarios de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua, después de haber participado en la atención y auxilio que se les brindó a los damnificados de los huracanes Eta e Iota que azotó a finales del 2020 el Caribe del país.
En total fueron más de 600 personas entre estudiantes y docentes quienes no dudaron en decir que sí querían ir a ayudar a las personas afectadas por esos huracanes.
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«Son brigadistas universitarios, docentes, alumnos que participaron en la atención de la emergencia en la Costa Caribe Nicaragüense provocada por los dos huracanes Eta e Iota. El desempeño fue muy importante por esa muestra de solidaridad y atención a las comunidades afectadas», afirmó Ramona Rodríguez, rectora de la UNAN-Managua.
Estos dos huracanes causaron fuertes lluvias, dejando inundaciones y deslizamientos de tierra.
Muchos de los voluntarios de la UNAN-Managua expusieron sus experiencias en el trabajo efectuado en el Caribe; muchos de ellos tuvieron que caminar largas distancias para atender a los damnificados.
Solidaridad y esfuerzo
Destacaron que brindaron atención medica, además acompañamiento a las personas de la tercera edad y niños que estaban vulnerables.
Recordaron que les tocó también distribuir alimentos a las familias que se encontraban en cada uno de los albergues.
En el caso del huracán Iota de categoría cinco, fue el más fuerte que tocó tierra en Nicaragua en el mes de noviembre 2020, causando destrozos, ya que que se desplazaba con vientos de hasta 260 kilómetros por hora.
Así mismo el huracán Eta ingresó a Nicaragua con vientos de hasta 230 kilómetros por hora, se degradó a tormenta tropical y luego a depresión tropical dejando caer más de 100 milímetros de lluvia en solo 24 horas, según lo expone el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, INETER.
