La tarde de este viernes 5 de febrero en la casa de cultura del municipio Tipitapa se desarrolló una tarde de poesía dariana en conmemoración a los 105 años del paso a otro plano de vida de Rubén Darío, conocido como el Príncipe de las Letras Castellanas y que representa a Nicaragua a nivel mundial.
Esta actividad fue organizada por la alcaldía de Tipitapa en la que participaron artistas tipitapeños, miembros del coro municipal de la casa de cultura y poetas de la localidad. Como parte la celebración exclamaron poemas y realizaron números culturales.
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Los artistas que participaron en la tarde de poesia dariana manifestaron que es un orgullo recordar a ese hombre que fue el padre del modernismo y creador de pormas reconocidos a nivel mundial.
Jairo Lezama, director de la casa de cultura de Tipitapa, destacó que "mantener el legado vivo de Ruben Dario es prioridad para el gobierno central en Tipitapa. Lo hacemos dándoles espacios a los jóvenes que quieran ser parte del coro municipal , apoyando a cada artista y poeta para que se de a conocer a nivel nacional".
Destacó que la casa de cultura mantiene matrículas abiertas para que los jóvenes se puedan integrar en los coros y grupos de danzas, todo completamente gratis gracias a la voluntad del Gobierno que promueve la cultural y el rescate de las tradiciones.
Sobre el poeta Rubén Darío
Ruben Darío nació en Ciudad Darío, Matagalpa, el 18 de Enero de 1867, hijo de Manuel García Darío y Rosa Sarmiento.
Fue periodista, diplomático y poeta; todo un orgullo para los nicaragüenses. Estudió con los jesuítas en 1878 y escribio en 1879 sus primeros poemas, poesías y artículos en prosa. Fue un trabajo que realizó en 1881 y nunca llegó a publicar. Luego suspende sus estudios y se emplea en la Biblioteca Nacional de Managua en 1885.
En 1886 llegó a Valparaíso, Chile, tenía 19 años, ahí realizó colaboraciones periodísticas en diarios de Valparaíso y Sandigo.
Posteriormente en 1888 aparecen sus rimas y "Azul"; en febrero del año siguiente parte a Centroamérica pocos días después de haber mandado sus primeras colaboraciones al diario La Nación, de Buenos Aires.
