El nicaragüense se caracteriza por ser una persona trabajadora, que muy de mañana sale a ganarse el pan de cada día.
Aplicando todas las medidas de higiene, los comerciantes en los mercados de la capital así como en cada municipio, no paran su faena. Ejemplo de ello es el señor Norman Miranda, el que muy a las 4 de la mañana abre su negocio para ofrecer a las familias variedad en cortes de carne y productos avícolas.
Te interesa: Mercado Israel Lewites con productos a precios estables
“Desde las 4 y media de la mañana estamos aquí nosotros hasta en la tarde, porque el que madruga Dios le ayuda. Ya tenemos más de dos años de estar por aquí en el Mercado Mayoreo y en estos tiempos que tenemos de estar aquí ha crecido la clientela. Gracias a Dios han estado estables las ventas en sector de la carne, pollo y los cerdos. Ha sido bastante estable”, expresó Miranda, propietario de Carnicería El Rosario.
Trabajo arduo y digno
De esta manera el comerciante busca sostener su economía, cuidando su negocio y abriendo todos los días, esto como parte de una cultura del trabajo digno.
“Tenemos aproximadamente unos 12 años de estar en el mercado, abrimos desde las 6 de la mañana hasta a eso de las 7 de la noche. El nicaragüense es buen trabajador, le hace al comercio (…) La vida del comerciante ha sido bien luchadora y no nos paramos”, manifestó Fernando David Gutiérrez, otro comerciante del Mercado Mayoreo.
Los trabajadores por cuenta propia son un ejemplo de amor y de lucha, los que diariamente salen a hacer un trabajo honrado para llevar el sustento a sus familias, dando fe que el nicaragüense es una persona que no le teme a la labor ardua con el fin de mantener su economía familiar.