Familia de Esquipulas mantiene tradición de honor a la Virgen María

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En Managua son muchas las familias que con amor y devoción se preparan para celebrar la Gritería en honor a la Concepción de María. Los Rivas Flores, en el sector de Esquipulas, en Carretera a Masaya, son un ejemplo de ello.

Cada tarde, Doña Rosa Rivas congrega a sus hijos, nietos, vecinos y amistades para rezar frente a este humilde altar de la Novena a la Inmaculada Concepción, a quien siempre ha tenido mucho amor, pero que comenzó a celebrar en la Gritería desde el año 2001, cuando siendo asistente del hogar, la familia para la que trabajaba le regaló una imagen.

“Mi hermana en ese tiempo también se sacó una en una rifa, entonces nos unimos las dos y con nuestros aguinaldos y así comenzamos, después se nos unió un hermano y ahora se nos han unido todos los que viven aquí, que son los de apellido Rivas, Flores, Castro”, dijo la señora Rosa Rivas.

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Tradición que atraviesa generaciones

La idea de rezar en familia es inculcar esta devoción en las nuevas generaciones, para que se siga promoviendo esta celebración que llega a los 18 años este 7 de diciembre.

“Mi abuela fue una de las fundadoras de la iglesia de Esquipulas, Lucrecia Cuaresma, entonces nos inculcó el catolicismo y nosotros seguimos esa tradición de ser católicos también y ese amor a Nuestra Madre Santísima”, expresó Doña Rosa.

“Es algo que ella me ha enseñado desde pequeña, empezamos unos cuantos dentro de la casa de mi tía y después se fue haciendo más y más gente comenzó a venir, cuando vieron que nosotros rezábamos la Novena”, comentó una de sus hijas, María Joaquina Membreño.

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Hoy es toda la familia la que se une en la medida de sus posibilidades para seguir manteniendo esta tradición en acción de gracias por las bendiciones que se han obtenido y pidiendo siempre la protección de la Madre de Dios. La meta de este año es repartir mil nacatamales.

“Ya nos estamos preparando, andamos buscando un chancho para hacer nacatamales de vuelta, porque mi hijo quedó sin trabajo hace un año, pero estamos viendo si podemos seguir siempre con la tradición de los nacatamales”, puntualizó la devota señora.

Doña Rosa asegura que con la ayuda de Dios y de su familia seguirá manteniendo esta tradición hasta que Dios le preste fuerza y vida.