Oscar Ruiz, el Cacique Mayor de las fiestas patronales de Managua, está casi listo para ir a bailarle a Santo Domingo de Guzmán este 1 y 10 de agosto, en las fiestas patronales de la capital de Nicaragua.
El patrono de Managua
Santo Domingo de Guzmán es el Santo patrono de los católicos de Managua y la bajada de la diminuta imagen se realiza en la iglesia de Las Sierritas a las 6 de la mañana para ser llevado a la iglesia de Santo Domingo donde entra a las 6 de la tarde, se calcula que son unos 10 kilómetros de baile que realizan los tradicionalistas en su recorrido.
"Ya estamos listos, me siento con muchas energías, espero bailarle todo el día a Minguito, es una tradición con la que llevo 50 años y aun sigo firme con mi tradición", destacó el infaltable cacique, que durante años se ha hecho presente en las procesiones.
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En el 2018, al cacique le dio pulmonía, una enfermedad que casi lo lleva a la muerte, pero aun así se fue a bailarle a minguito el 1 de agosto, ya para el 10 volvió a recaer y los médicos le recomendaron reposo absoluto, por lo que pasó en una cama en recuperación.
"Ese año me desmayé, me sentí muy débil y eso que iba en una camioneta, es decir solo me bajé para bailar un instante pero no aguanté, espero que este año pueda cumplir mi promesa de bailarle a Santo Domingo de Guzmán", nos expresó este ícono de las fiestas patronales en Managua.
Algo que destacó es que tiene casi listos la mayoría de accesorios necesarios para su salida, lo único que le falta es cambiar las plumas del penacho, que no son de cualquier ave, solo de animales exóticos.
"Yo necesito unas 300 plumas, pero no son de cualquier animal, solo de aves exóticas como pavorreal, las plumas de mi penacho ya están viejas y se debe de renovar ese plumaje para exhibirlo en las fiestas de agosto", confirmó.
Oscar Ruiz, lleva más de 50 años de tradición y espera bailarle a minguito otros 50 años más, de los legendarios tradicionalistas solo él ha quedado para festejar las "bullangueras" de Managua, ya que la vaca chica (Francisca Villalta) y Lisímaco Chávez, otros íconos de la cultura y tradición de Managua ya han pasado a otro plano de vida.
