A pesar de la situación difícil que se ha vivido en Nicaragua, las clases continúan desarrollándose con normalidad. En el preescolar Byron Díaz de Batahola Norte, en Managua, los niños y niñas honraron a los maestros al acercarse su día nacional.
Los maestros y maestras juegan un papel fundamental en la vida de los niños y niñas, Hacen de amigos, consejeros y hasta de segundos padres. Por eso no es de extrañarse del aprecio sincero de sus estudiantes.
“A mí me gusta mucho la escuela y quiero mucho a mi profe porque es muy bonita como mi mamá”, dijo el niño Armando Blandón.
“También ella es muy buena porque siempre nos deja ir al parque”, expresó la niña Samanta Martínez.
“La maestra nos deja estudiar y nos da de comer”, comentó la niña Esther Villalta.
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En las escuelas del país se está honrando a los maestros y maestras, quienes con mucha dedicación y valentía han seguido impartiendo el pan de la enseñanza a pesar de las difíciles circunstancias que el país ha vivido en los últimos dos meses.
“Son una base muy importante porque son los que le dan la educación a nuestros hijos y les agradecemos mucho porque a pesar de todo lo que está pasando ellos no han parado de dar clases, las maestras gracias a Dios están pendientes de los niños, cuidándoles, enseñándoles y se les agradece mucho porque es como que fueran una segunda madre”, valoró la madre de familia Ana Francisca Hidalgo.
En este preescolar Byron Díaz de Batahola Norte, las cosas poco a poco retornan a la normalidad. En los primeros días de la situación de violencia era baja la asistencia de los pequeños y ahora asiste la gran mayoría de los niños y niñas.
“Las clases no se han dejado de realizar, estamos estado constante con los niños; claro que en los primeros días hubo un desfase de los niños que no venían, pero gracias a Dios ya los niños están regresando otra vez a sus clases con una estabilidad muy buena, la asistencia está muy buena”, destacó la maestra María de la Cruz Rugama.
En ese centro de estudios, cursan su preescolar 162 niños y niñas. Quienes no han acudido por temor ante la violencia, están recibiendo reforzamiento de sus padres en casa, sin embargo, los maestros invitan a enviar a sus pequeños a preescolar, que es la base de la educación para la vida.
