Después de 10 días de celebraciones, Santo Domingo de Guzmán, patrono de los managuas, está de regreso en Las Sierritas, donde permanecerá hasta el próximo año cuando acompañado por sus devotos volverá a recorrer kilómetros, en un viaje caracterizado por la alegría y devoción, hacia su otra casa en la iglesia ubicada en Los Escombros de Managua.
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La diminuta imagen fue cargada en hombros por los feligreses, tradición que data desde 1885, según historiadores. Minguito fue despedido por los feligreses al ritmo de música, de mucha tradición, religiosidad, cultura y fervor.
Santo Domingo, fue montado en un altar hecho de madera preciosa como caoba, adornado de flores artificiales de diversos colores.
Durante su estadía en la iglesia de Los Escombros, los feligreses y devotos de Santo Domingo participaron en las actividades realizadas en su honor, como el rezo del Santo Rosario, una costumbre religiosa de la comunidad católica al rededor del mundo promovida por Minguito. También, visitó los barrios ubicados en la zona Oriental de la capital, donde era esperado con ansias y cuyos habitantes se unían al recorrido del patrono de los managuas como un acto de fe, mediante el cual pagaban un favor recibido o realizaban una petición al santo, con la esperanza de ser escuchados.
Cada año la pequeña imagen mueve a miles de católicos de la capital, quienes reafirman su devoción siendo partícipes de la tradicional vela del barco, la bajada del santo, la solemne misa el día de su honomástico, entre otras actividades desarrolladas a lo largo de 10 días.