Un ambiente festivo y de devoción se vive en las afueras de la Iglesia de la Santo Domingo de Guzmán en Las Sierritas, Managua, donde los feligreses se preparan para las fiestas agostinas con la bajada de la diminuta imagen de Minguito en el altar mayo de su Santuario, tras concluir la misa realizada por su eminencia Cardenal Leopoldo Brenes.
Cientos de devotos se concentraron Las Sierritas, entonando cantos religiosos en honor a Santo Domingo De Guzmán.
El Padre Boanerges Carballo agradeció al Cardenal y a la alcaldía de Managua en su representación de la Alcaldesa Daysi Torres, mayordoma de las fiestas, por el apoyo brindado y al pueblo creyente de Santo Domingo. Carballo recordó el hallazgo de la imagen en julio de 1885 por el campesino Vicente Aburto cuando intentaba derribar un árbol y en el interior de éste encontró a Santo Domingo, patrono de los Managuas.
Durante la homilía, Cardenal Leopoldo Brenes indicó que en la gran peregrinación de los Managuas este primero de agosto la población se dará cuenta de la bondad de Dios. "El señor nos cumple a través de los Santos pero es necesario orar, asistir a misa y leer la Biblia para conocer a Jesús", señaló Cardenal, tomando como ejemplo a Santo Domingo de Guzmán que tenía como centro a Dios.
"Le damos gracias por todo, pidiéndole bienestar para la familia, siempre mi papá nos traía, pero es ahora con mi esposo que soy más tradicionalista en las fiestas", destacó Rosa Flores, una fiel devota.
Lesbia Hernández pide a Minguito que derrame bendición al pueblo a su paso. La edad no la detiene para acompañar la bajada de Santo Domingo y rezar un poco junto a su amiga que le acompaña y anima a continuar la tradición.
Rosa Estrada año con año lleva a su niña a bailarle a Santo Domingo en agradecimiento por la salud de Bianka Hernández, su hija de meses que estuvo cerca de la muerte por neumonía. A 7 años de ese episodio pagan promesa acompañando a Minguito durante las fiestas en Familia.
Este primero de agosto el patrono de los Managuas recorrerá las calles de la capital para descansar por 10 días en la parroquia que lleva su nombre, retornando el 10 de agosto a Las Sierritas.