Tres extranjeros procedentes de países vecinos se aventuraron en Managua, capital de Nicaragua, para conquistar un mercado que está despegando en el negocio de la paletería artesanal.
Con apenas 15 días de haber iniciado la venta de una docena de sabores exóticos y originales, están cautivando el paladar de los capitalinos.
Con mucho orgullo explican que Nicaragua es la base de su proyecto al que esperan expandirlo por toda la región.
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El negocio se ubica en Altamira, detrás de la embajada de México, en el Distrito 1 de Managua. Para llegar, usted puede tomar la Carretera a Masaya y tomar como referencia la Plaza de las Victorias y los dos siguientes semáforos hacia el sur.
"De muerte lenta es una expresión que se utiliza en mucho de nuestros países que significa que está rico, delicioso, sabroso, entonces después de un largo proceso de varios años, decidimos instalarnos en Nicaragua, porque todo mundo está hablando de Nicaragua, para crecer", expresa Marilia Pérez.
Entre los sabores a la venta están el de pinolillo, fresa, sandía, coco, cookies and cream, banano relleno con nutella, chocolate, pie de manzana y limón, yogurt con berry y limón con hierbabuena, todos son producidos en sus instalaciones a través de un proceso de calidad certificada por las autoridades de salud.
Pérez explica que uno de los favoritos por los niños es el de chocolate.
Este es uno de los nuevos emprendimientos del sector de alimentos en Nicaragua que está atrayendo también a turistas internacionales.
"Comenzamos a debatir a dónde íbamos a abrir y la idea terminó siempre siendo Nicaragua, un país por su tranquilidad. Su gente aquí, son gente acogedora, por eso decidimos brindar estos productos innovadores aquí en Nicaragua. Nosotros tuvimos la idea de un postre, un helado en una paleta. Las paletas tienen que dar esa sensacion, que digan que están de muerte lenta", dijo Francisco Sequeira, otro de los socios.
El negocio abre desde las 10:30 de la mañana y las paletas tienen un costo de 70 córdobas.
