Este domingo los católicos que asisten a misa a la catedral de Managua celebraron la fiesta de la Divina Misericordia.
Esta celebración es un recordatorio del gran amor que Dios tiene para con la humanidad que manifestó al enviar a su hijo único para la salvación del mundo.
“El gran acto de misericordia que Dios ha tenido con nosotros se llama Jesucristo, Jesucristo en la cruz nos ha salvado a todos, no vino por algunos”, dijo Fray Silvio Romero vicario de la iglesia madre de los católicos capitalinos.
En Nicaragua son muchos los devotos de esta advocación (templo, capilla, altar, imagen) de Jesucristo, a quien piden derrame su amor y misericordia sobre el país y el mundo.
“La paz del mundo y que se terminen todos los crímenes y todo lo malo que pueda haber en este mundo”, pidió Griselda Zamora.
“Deseo paz en el mundo y que el Señor nos alivie de todas las enfermedades que nos agobian”, comentó por su parte la señora Blanca Bolaños.
“Yo le pido la paz, por todos los países en conflicto y que Dios nos ayude porque de la manera que nosotros le pedimos a Él nos escucha, porque es misericordioso”, refirió Perla Moreno.
Durante la santa misa también se hizo un llamado a manifestar esa devoción a la Divina Misericordia con actitudes concretas de amor, perdón y paz.
“Dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar y cuidar a los padres abandonados, estar pendientes, hay gente que simplemente los visitas y eso no, hay muchos padres de familia que actualmente están abandonados por sus hijos y esa es una falta de misericordia”, concluyó Fray Silvio.
La fiesta de la misericordia fue instituida por San Juan Pablo Segundo como fruto de las revelaciones a la monja polaca Santa María Faustina.
