Durante años fue la gran gigante en el mercado del videojuego móvil. Supercell lanzó hace más de una década un título que todavía cuenta con una gran comunidad a día de hoy. Clash of Clans fue una referencia en el mercado de iOS y Android, creando un modelo que ellos mismos trataron de replicar después.
La compañía se plagió a sí misma años después con el estreno de Boom Beach, pero fueron capaces de reinventarse con estrenos como el de Clash Royale o Brawl Stars. El problema es que desde entonces han sido pocas las noticias positivas. Hasta tal punto ha llegado la situación que incluso ellos se preguntaron en febrero de 2022 si es que sus mejores días estaban ya en el pasado.
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Los tres nuevos juegos prometidos por Supercell
Lo que inquieta a los jugadores es que el último lanzamiento de Supercell tuvo lugar en el año 2017, pero –perdón por lo obvio– de eso van a hacer ya seis años. Desde entonces se han llevado a cabo cinco estrenos y solo uno de ellos parece que pueda salir adelante.
Esta compañía es famosa principalmente por sus éxitos, pero ha llenado todo un cementerio con títulos cancelados. El más reciente fue Clash Quest. Según la explicación oficial de la compañía, el título simplemente no alcanzó los estándares de calidad que ellos consideran apropiados para la publicación, incluso tras muchos cambios de diseño.
Este golpe fue particularmente duro. Supercell venía de cancelar dos juegos más (Rush Wars, Hay Day Pop) y con esta decisión firmaba su tercer fracaso consecutivo. Además, estábamos hablando de un juego relacionado con su franquicia más exitosa. Se habían atrevido a presentarlo en sociedad porque había grandes esperanzas en él. Hemos de entender que esta compañía es una de las gigantes del sector de móviles.
Prometen una calidad muy por encima de la media en comparación con el resto de las desarrolladoras y unos sistemas de monetización que, aunque no nos terminan de gustar en algunos juegos, suelen ser más llevaderos que en la mayoría de títulos.
La comunidad comenzó a impacientarse con los desarrolladores, que además recortaron servicios en otros juegos. Los canales de comunicación en varios idiomas se cerraron para Clash Royale el pasado septiembre de 2022 y pasó lo propio con Brawl Stars durante enero de 2023.
Es una pésima y lamentable decisión independiente de cuál sea nuestro prisma. A nivel de imagen es un desastre, porque si no estás en tu mejor momento como desarrolladora, lo peor que te puede pasar es que lo parezca. Más todavía cuando parece que las cuentas de Supercell, al menos según los últimos informes, cuadran de sobra. En 2021 el beneficio de la compañía antes de impuestos fue de 734 millones de euros.
Supercell es víctima de su propia política
En estos Más de 700 millones de dólares está la respuesta a casi todo, porque lo de los canales de comunicación nos sigue pareciendo inexplicable. Supercell es una compañía gigante que, más allá de críticas a la monetización de ciertos juegos, ha conseguido que todos sus títulos sean buenos.
Los hay mejores o peores y algunos gustan más que otros, pero no los hay malos. Desactivaron su primer título –tras pasar de Sumea a Supercell– un año después de su lanzamiento. Hicieron lo propio con el segundo y el tercero en periodos de tiempo todavía más cortos. Esto es un simple ejemplo: si la compañía cuando apenas tenía dinero era capaz de tirar por tierra su trabajo porque no estaba satisfecha con él, os podéis imaginar lo que hace ahora cuando tiene ingresos de sobra.
El número de jugadores de Brawl Stars o Clash Royale ha descendido, pero cualquier empresa firmaría tener esas cifras de usuarios activos en sus juegos como servicio apenas dos meses después de su lanzamiento, no digamos siquiera seis años después.
Quizá el único ‘muerto en vida’ sea el ya mencionado Boom Beach. Sin embargo, todos los proyectos que todavía funcionan a buen nivel son más que suficientes para que ahora aguanten el tirón. En este sentido, no existe una presión más allá de las opiniones de los jugadores por llevar a cabo un lanzamiento precipitado.
Clash Heroes
No sabemos nada de Clash Heroes, y probablemente es el que más ilusión nos hace. Sin embargo, Clash Mini avanza a buen ritmo. Las críticas en los países en los que está disponible son buenas. Como recordatorio, se trata de un autobattler al estilo Teamfight Tactics que, eso sí, resulta mucho más rápido de jugar y bebe de muchas mecánicas de Clash Royale. Probablemente, aún falte algo de tiempo de trabajo para que Supercell lo considere a la altura de su catálogo, pero sorprendería enormemente que desde la desarrolladora no se decidiese un estreno global a lo largo del año 2023.
Lo importante que deben comprender los jugadores es que Supercell solo está haciendo lo mismo de siempre. Esperar pacientemente a tener algo verdaderamente bueno y luego estrenarlo.
Es cierto que lo hacen con el desafío añadido de que ha habido una pandemia mundial de por medio que ha alargado los plazos. Sin embargo, todavía están en una situación envidiable. Ampliarán el cementerio de juegos cancelados todo lo que lo tengan que ampliar, pero sabemos que lo próximo que lancen estará a la altura de las expectativas de todos los jugadores.