El 18 de octubre pasado, Japón se sumió en un ambiente festivo en las redes sociales para conmemorar el Día de las Minifaldas, también reconocido como «Miniskirt no Hi».
Twitter se llenó de ilustraciones y homenajes a este ícono de la moda, principalmente bajo el hashtag #ミニスカートの日.
El fenómeno de las minifaldas, que tuvo su origen en la década de 1960 gracias a la diseñadora Mary Quant y la modelo Twiggy, encuentra en Japón uno de sus mayores reductos de popularidad.
Twiggy visitó Japón en esa fecha en 1967, dejando una huella imborrable y contribuyendo a la difusión internacional de la prenda. En honor a esa visita, los internautas japoneses no escatimaron en creatividad para mostrar su amor por las minifaldas y los minivestidos.
Minifaldas y arte se fusionan en Japón
Twitter se convirtió en una plataforma donde se fusionaron moda y arte. Muchas de las ilustraciones compartidas tenían un fuerte componente de anime, mostrando a personajes populares en situaciones variadas, todos ellos ataviados con minifaldas.
Este enfoque en el anime no es algo nuevo, ya que la cultura japonesa a menudo incorpora elementos de su animación y cómics en celebraciones en línea.
Esta confluencia de moda, historia y arte en el Día de las Minifaldas muestra cómo una prenda puede trascender su rol original para convertirse en un símbolo cultural.
Las ilustraciones no solo resaltaron la importancia de las minifaldas en la moda japonesa, sino que también sirvieron como una vitrina para el talento y la pasión de los artistas en línea.
En general, un otaku es una persona que tiene un interés profundo y apasionado por la cultura japonesa. Recién compartimos que un otaku midió el busto de Chizuru; personajes de Rent-A-Girlfriend.
Este interés puede expresarse de muchas maneras, como coleccionar artículos de anime, manga o videojuegos, leer manga, ver anime, jugar a videojuegos; asistir a convenciones de anime y manga o disfrazarse de sus personajes favoritos.