La inflación, la recesión de algunos territorios y las consecuencias aún latentes de la COVID-19, siguen causando estragos en la industria del videojuego. Según un reciente informe que publicó por Sportslens, la industria del juego en móvil es la más afectada después de concretar que esta perderá 80 millones de jugadores en 2022. Por ello, aunque es un mercado con mucho potencial y muchas ganancias; sufrirá su primer descenso desde hace más de un lustro.
Al estar lleno de propuestas gratuitas, muchas basan su jugabilidad, mecánicas y herramientas en adquisiciones o compras dentro del juego. Por ese motivo, el golpe directo al bolsillo que están sufriendo muchos usuarios se está traduciendo en un descenso del flujo de jugadores en este mercado en concreto. Así, de los 175 millones de jugadores que la industria perderá este año, 80 millones pertenecen al mercado móvil. Y, dentro de estos, las regiones más afectadas son China (53,5 millones), Estados Unidos (5,7 millones), Alemania (2 millones) y Japón (1,8 millones).
Más beneficios e ingresos que nunca
Sin embargo, no todo son malas noticias. El mismo estudio estima que, después del descenso de jugadores que se sufrirá en 2022, el repunte de cara al próximo año conseguirá cifras nunca antes vistas. Esto, a su vez, conllevará una consecuente subida en años futuros que convertirá los 1 mil 740 millones de jugadores actuales en los más de 2 mil millones de 2024. Además, en lo que respecta a ingresos y beneficios, esta parte del sector nunca tuvo mejores números.
En 2022, las ganancias ascendieron hasta los 152 mil 500 millones. Según el estudio, se estima que estas irán en aumento en años venideros y conseguirán romper la barrera de los 200 mil millones en 2025. Así, aunque las restricciones del mercado en China afecten a la base de jugadores, este sigue siendo uno de los más potentes del mundo. Por ello, licencias como Monster Hunter o Mortal Kombat siguen apostando por un mercado en auge.