La industria de los videojuegos recibe una sacudida con el anuncio del veterano desarrollador de Call of Duty, David Vonderhaar, quien tras 18 años en Treyarch, ha dado un paso audaz hacia lo desconocido. Su nueva empresa, BulletFarm, está generando gran expectativa con un ambicioso proyecto de un juego AAA, construido en Unreal Engine 5 y prometiendo una experiencia de juego cooperativo sin precedentes.
Vonderhaar, conocido por su trabajo en ocho juegos de Call of Duty, sorprendió al revelar su partida de Treyarch el pasado agosto. Ahora, en asociación con NetEase Games, se embarca en un viaje que lo lleva “fuera de [su] zona de confort”; como él mismo describe. BulletFarm, con sede en Los Ángeles pero adoptando un enfoque “primero remoto”; está reclutando talento para su equipo, desafiando así el panorama de despidos masivos en la industria.
Lo más intrigante de este nuevo capítulo en la carrera de Vonderhaar es su promesa de una experiencia de juego más íntima; con un enfoque en la narrativa y la acción. La colaboración con el diseñador de juegos Chris Cowell, quien también aporta su vasta experiencia en Call of Duty, promete innovación y creatividad en cada detalle del proyecto.
Promete innovación y creatividad en cada detalle del proyecto.
Aunque los detalles sobre el juego aún son escasos, las dos piezas de arte reveladas sugieren una estética retro de los años 90; insinuando un viaje nostálgico que seguramente cautivará a los aficionados. El enfoque en la construcción de personajes ricos y mecánicas precisas indica una búsqueda de calidad y profundidad en la experiencia del jugador.
En un momento en que la industria de los videojuegos busca constantemente nuevas narrativas y experiencias; el movimiento de Vonderhaar y el nacimiento de BulletFarm pueden ser el comienzo de una nueva era en la industria. Con un enfoque en la innovación y la pasión por la excelencia, este nuevo estudio tiene el potencial de dejar una marca indeleble en la comunidad de juegos.
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