A día de hoy hablar de la saga Call of Duty es hablar de una de las franquicias de más éxito en la historia de los videojuegos, siendo todo un referente dentro de los FPS y vendiendo millones y millones de cada entrega que lanza Activision.
Hoy además, los aficionados a esta saga tenemos algo que celebrar; ya que hace 20 años que Infinity Ward lanzó el primer videojuego a la venta.
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Ese Call of Duty que llegó a nuestros ordenadores el 29 de octubre del año 2003 y que se convirtió casi de forma inmediata en un éxito total; y en un punto de inflexión para el género, siendo considerado hoy día como uno de los mejores títulos de la historia de la saga.
El sucesor de Medal of Honor que llegó para hacer historia
Es poco probable que cuando Infinity Ward comenzó a desarrollar Call of Duty se imaginase la dimensión que iba a alcanzar su videojuego y, a largo plazo, su saga que nació como un sucesor espiritual de Medal of Honor: Allied Assault, título que habían creado parte del equipo del estudio bajo el nombre de 2015 Inc.
Esta primera entrega se ambientaba en la Segunda Guerra Mundial; y nos permitía disfrutar de campañas fantásticas en las que encarnábamos a soldados estadounidenses, británicos y soviéticos.
Más allá de sus mecánicas de disparo muy bien llevadas al campo de batalla; una de las señas de identidad era que en muchas ocasiones avanzábamos por los niveles junto a otros soldados que nos ayudaban en el combate; además de tener un enfoque que apuntaba a la simulación (algo que la saga ha ido dejando de lado) y a una buena inteligencia artificial; junto con un modo multijugador que rápidamente captó el interés de los aficionados.
El resto es historia, con una secuela que asentó la base de la saga sobre todo en PC y que terminó de hacer explotar la vertiente multijugador y con la posterior llegada de Call of Duty 4: Modern Warfare que volvió a cambiar para siempre la industria de los videojuegos y que significó el ascenso definitivo de Call of Duty a lo que es hoy día.