Seis meses y medio después de quedar fuera en la primera fase de una Copa del Mundo, México amaneció este viernes con un mal sabor de boca al sumar un nuevo revés deportivo con la contundente derrota ante Estados Unidos por las semifinales de la Liga de Naciones.
Los estadounidenses atropellaron 3-0 a México para clasificarse por segunda vez consecutiva a la final del torneo regional; y de paso extendieron a seis su racha de partidos sin perder ante los mexicanos, cuyo último triunfo en septiembre de 2019 luce cada vez más lejano.
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La frustración de los jugadores aztecas de no poder superar al odiado rival se manifestó en los minutos finales del partido cuando jugadores como César Montes, Edson Álvarez y Gerardo Arteaga perdieron la cabeza y quisieron desquitarse a patadas.
Además de eso, la dura derrota permitió sacar varias conclusiones.
No del todo, pero sí carga con una buena dosis de la culpa. El entrenador argentino, quien fue bicampeón con Atlas, intenta cambiar el esquema de juego, lo que se complica por el hecho de que ha tenido poco tiempo para trabajar con el cuadro base, que milita en su gran mayoría en el fútbol de Europa.
En cuatro años de gestión, el argentino Gerardo “Tata” Martino se decantó por un 4-3-3 con excepción de una derrota ante Argentina en el Mundial, donde se decantó por una formación 5-3-2, la misma con la que Cocca logró triunfar en la Liga MX.
El estratega argentino dijo en la semana que México jugará con parado 3-5-2 en lo que logra que los jugadores dominen su sistema preferido.