Joško Gvardiol maniató a Erling Haaland, la máquina de hacer goles del Manchester City, y metió un frentazo que decretó para su Leipzig el empate 1-1 este miércoles en el duelo de ida por los octavos de final de la Liga de Campeones.
El central croata, que lleva el apodo del “Pequeño Pep” por la similitud de su apellido con el del técnico del City Pep Guardiola; anotó a los 70 minutos luego que Leipzig supo reaccionar en el segundo tiempo ante el asedio de los campeones ingleses.
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Los visitantes dominaron en la primera parte sin que Haaland tuviera una ocasión clara frente al arco contrario. Riyad Mahrez adelantó al City a los 27 minutos tras una combinación de pases de Ilkay Gundogan y Jack Grealish.
Durante un complemento en que Haaland lució visiblemente desconcertado, el City perdió la manija del trámite y Leipzig insinuó más peligro, generando las mejores oportunidades.
El resultado dejó todo abierto para el partido de vuelta el 14 de marzo en el estadio Etihad, con un City ávido de finalmente alzar la Copa de Europa por primera vez.
Guardiola sostuvo una breve conversación con sus jugadores en la cancha tras el pitazo final, claramente descontento por la forma en que el equipo dilapidó la ventaja tras un desempeño que en el primer tiempo debió haber redituado algo más que el vigésimo tanto de Mahrez en la Liga de Campeones.
Haaland tocó el balón apenas siete veces antes del intermedio —ninguna en el área de Leipzig. Tuvo sólo una oportunidad en todo el duelo, a la mitad del complemento, cuando se desmarcó por la derecha y realizó un tiro que se fue desviado.