Raphinha sabía que le sería difícil salir del banquillo del Barcelona con el mundo del fútbol encadilado por el prodigio Lamine Yamal y las intenciones del club de fichar a otra joven promesa en el ataque.
En lugar de lamentarse, el atacante brasileño se puso a trabajar.
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Aunque todo el equipo del Barcelona ha mejorado bajo la dirección del nuevo entrenador Hansi Flick, ningún jugador ha dado un salto tan grande esta temporada como Raphinha.
Sus 12 goles y 10 asistencias, que lo tienen como líder del equipo en todas las competiciones; han sido esenciales para que el Barcelona esté mostrando su mejor fútbol desde la salida de Lionel Messi hace más de tres años.
Pero si había un jugador que parecía estar con un pie afuera al comenzar la temporada era Raphinha.
Parecía destinado a convertirse en una segunda opción en el extremo derecho, luego que Yamal, de 17 años, sobresalió para que España se consagrase en la Eurocopa. Para empeorar la situación, se conjeturó que el equipo había presentado una oferta de traspaso para arrebatar al extremo izquierdo español Nico Williams del Athletic de Bilbao.
El fichaje de Williams nunca se materializó y Raphinha se quedó con la opción de cambiar de posición o ser suplente de Yamal.
Y cuando Flick le dio la oportunidad de tener una nueva función, lo aprovechó al máximo.
“Empecé esta temporada fue un poco diferente con otras, sabía que tenía que adaptarme a jugar a otras posiciones para jugar con este club y la verdad estoy muy contento”, dijo Raphinha recientemente.