Uno es una pila eléctrica, el otro un maestro zen, pero Jürgen Klopp y Carlo Ancelotti comparten el cariño unánime de sus jugadores y un sentido del cuidado de los detalles que han llevado al Liverpool y al Real Madrid a poder pelear por el título el sábado en la final de la Liga de Campeones.
Cuatro años después de la final ganada (3-1) por el Real Madrid de Zidane, los dos equipos vuelven a medirse tras sendas exitosas temporadas.
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Llegado en el verano de 2021 para sustituir a ‘Zizou’, Ancelotti ha cumplido su misión: tras una temporada en blanco, el Real dominó la Liga, ganó la Supercopa de España y sueña con su decimocuarta Copa de Europa.
El veterano técnico italiano se ganó inmediatamente al vestuario con su bonhomía y su franqueza.
«Los jugadores son mis amigos», dijo Ancelotti tras la celebración de la 35ª Liga del Real Madrid; cuando una foto suya con gafas de sol y un puro triunfó en internet.
Pero si su método, basado en sus cualidades humanas intrínsecas, su talento para las relaciones o su tranquilidad a toda prueba, no ha variado, no oculta una sed infinita de victoria.
De tal forma que a sus 62 años, Ancelotti, no cree «ser de una vieja generación» y asegura seguir «de cerca los cambios del fútbol».
Llegado hace seis años y medio, Klopp renovó recientemente hasta 2026 y sus simbiosis es total con este club cargado de historia y su fervoroso público, al igual que su influencia en la política deportiva, gracias a resultados fenomenales como la conquista de la Champions de 2019.