España se clasificó para la final de la Liga de Naciones al derrotar 2-1 a Italia, rompiendo su récord histórico de 37 duelos sin perder y cobrándose una pequeña revancha de la semifinal de la Eurocopa perdida hace tres meses, este miércoles en Milán.
La Roja aprovechó la conexión entre Mikel Oyarzabal, asistente dos veces desde la izquierda, y Ferran Torres, que remató a gol con la derecha (17) y con la cabeza (45+2). Italia acortó diferencias en la recta final con un tanto de Lorenzo Pellegrini (83).
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«La clave ha sido la personalidad y la osadía de ir a buscar el partido. Hemos estado muy bien en encontrar los resquicios en su presión», analizó el seleccionador español Luis Enrique.
Justo antes del segundo gol español, Italia perdió a su capitán Leonardo Bonucci (42), que vio una segunda amarilla por un codazo a Sergio Busquets en un salto.
«No se trata de culpar a nadie, pero creo que la roja tuvo un gran impacto en el resto del partido. Hasta entonces tuvimos opciones», señaló el seleccionador italiano Roberto Mancini.
Con esta derrota Italia, que ganó la Eurocopa en julio pasado, cerró su racha récord en el fútbol de selecciones de 37 partidos de perder; más de tres años desde que cayera con Portugal en septiembre de 2018.
España jugará el domingo también en Milán la final ante el vencedor del Bélgica-Francia, que se disputa el jueves en Turín.
Abucheos a Donnarumma en el España ante Italia
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— Nazionale Italiana ⭐️⭐️⭐️⭐️ (@Azzurri) October 6, 2021
Tras un protocolo de partido grande en San Siro y ante 36.000 espectadores -debido a las restricciones sanitarias-; ambos equipos demostraron que tenían demasiadas cuentas que saldar.
Espoleada por su espectacular entonación del ‘Fratelli d’ Italia’, el equipo local comenzó más compacto ante una España que multiplicaba las pérdidas en la salida de balón.
Una de ellas le pudo costar caro (5) pero Federico Chiesa, enorme en el calentamiento mostrando potencia y precisión con las dos piernas desde fuera del área; se topó con una buena estirada de Unai Simón.
Poco a poco España fue encontrando automatismos, a imagen de Gavi, que batió el récord de precocidad con la Roja a sus 17 años y al que no le pesó la 9, valioso en las ayudas defensivas, escurridizo entre líneas y seguro con el balón en los pies.