En cuestión de días, una de las temporadas más prometedoras del Atlético de Madrid se convirtió en una gran decepción.
Con buen juego y confianza, el Atlético parecía encaminado para ir lejos en la Liga de Campeones, y estaba prendido en lo alto de la Liga española, en posición de luchar por ambos títulos.
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Un par de desgarradoras debacles en casa han cambiado el panorama.
Primero fue la derrota en penales ante el Real Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones el miércoles pasado, y cuatro días después el revés 4-2 contra el Barcelona en la Liga española, un partido en el que el equipo de Diego Simeone dilapidó una ventaja 2-0 al cabo de 70 minutos.
Simeone se quedó buscando respuestas que expliquen el súbito desplome del equipo y también buscar soluciones para salvar lo que queda de la temporada.
¿Qué se hace ahora? Volver el miércoles a entrenar con el mismo espíritu, con la misma ilusión y aceptando lo que tenemos”, señaló el entrenador argentino.
Simeone aún no tira la toalla en la carrera por el título en la Liga española, pero la derrota del domingo dejó al Atlético rezagado a cuatro puntos detrás tanto del Madrid —que venció 2-1 al Villarreal el sábado— como del líder Barcelona, que tiene un partido pendiente y puede aumentar su ventaja sobre el Atlético a siete puntos.
“Al Barcelona le falta su partido, no se sabe qué puede pasar. Tiene una ventaja importante”, reconoció Simeone. “La realidad no la vamos a cambiar en liga, partido a partido. Siguiendo en esa línea hasta el final”.
