Sergio Busquets abandonó lesionado el partido de la Liga de Naciones que España disputó el sábado en Suiza y tras las pruebas médicas a que fue sometido este domingo la Federación Española de Fútbol comunicó que sufre "un esguince de ligamento colateral externo de grado leve en la rodilla derecha".
Al jugador del Barcelona se le practicará "una resonancia magnética en Sevilla", descartándose su participación en el partido del martes frente a Alemania… Y enfrentándose a un periodo de baja que podría prolongarse más de dos semanas.
De esta manera, Ronald Koeman no podrá contar con el centrocampista en el trascendental partido que el Barça disputará el próximo sábado en el Wanda Metropolitano frente al Atlético de Madrid, de la misma manera que estaría fuera en los siguientes choques ante Dynamo de Champions y contra Osasuna de Liga, pudiéndose confiar en que estuviera en condiciones de reaparecer el dos de diciembre, en la quinta jornada del torneo continental ante el Ferencvaros en Hungría.
La baja de Busquets se suma a la de Ansu Fati, operado de una rotura que le mantendrá fuera de los campos durante cuatro meses, y de Ronald Araujo, que aún no estará a punto para jugar en Madrid el próximo fin de semana, siendo especialmente preocupante por el hecho de que ante el Atlético Koeman deberá formar con Miralem Pjanic en el doble pivote junto a Frenkie de Jong y confiando en no tener problemas en el centro de la zaga, posición en la que el holandés ha sido utilizado de urgencia al tener solo disponibles a Piqué y Lenglet.
La baja de Busquets abre también la puerta al regreso de Sergi Roberto al centro del campo en una posición de doble pivote que no es desconocida para él, entendiéndose menos probable que pudieran tener su alternativa Aleñá o Riqui Puig, quienes apenas han entrado en los planes del entrenador holandés desde que comenzó la temporada, y aún menos el brasileño Matheus Fernandes, quien no ha entrado en una convocatoria.