Para el técnico del Barcelona, Ronald Koeman, el duelo del sábado ante el Real Madrid tendrá todos los elementos, presión e importancia que suelen acompañar al enfrentamiento entre los mayores rivales del fútbol español.
Solamente una cosa hará que este “clásico” se sienta un poco menos clásico: La ausencia de los más de 90.000 aficionados que invariablemente saturan el mayor estadio de Europa para uno de los partidos más atractivos de la temporada.
“No ha cambiado mucho, lo único es que no hay público. Son dos equipos grandes, que siempre tienen que luchar por ganar”, afirmó Koeman el viernes al recordar los clásicos que jugó como defensor del Barcelona a inicios de la década de 1990. “ Sin público quita un poco más de morbo, porque con él hay más ambiente”.
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Han pasado 25 años desde que Koeman tuvo su último choque con el Real Madrid. En sus seis años como una de las estrellas del Barcelona, el holandés fue conocido por su liderazgo y sus goles memorables en jugadas diseñadas. Anotó cinco veces en 14 partidos contra el Real Madrid, de lo que el Barsa ganó seis, empató tres y perdió cinco.
El tiro libre que convirtió en gol en la victoria de 5-0 sobre al Madrid en 1994 sólo es superado en los anales del club por el tiro libre que él mismo anotó al darle al Barcelona un triunfo de 1-0 ante el Sampdoria en su primera Copa Europea en 1992.
Koeman recordó sus encuentros con el Real Madrid, especialmente los dos goles que anotó de penal en su primera participación en un clásico.
“He jugado bastantes y me acuerdo del 5-0. Metí un gol bonito de falta”, señaló. “También me acuerdo del primer Clásico, en el que marqué dos penaltis. El primero siempre es un poco más especial que los demás”.
La ciudad de Barcelona, al igual que el resto de España, batalla para contener un rebrote de coronavirus. No se ha permitido la presencia de aficionados en los estadios durante los encuentros de la Liga desde que el virus azotó a España, causando la suspensión del fútbol y la mayoría de los otros eventos deportivos, de marzo a junio.
Las autoridades sanitarias locales han rechazado hasta ahora la propuesta del club de permitir el ingreso gradual de pequeños grupos de espectadores para los juegos de la Liga de Campeones. No hubo público cuando el Barsa goleó 5-1 al club húngaro Ferencváros en compromiso de la Champions el martes.
Con el Camp Nou vacío a excepción de los jugadores, personal y una mínima cantidad de trabajadores, los aficionados podían, al menos hasta hace poco, reunirse en bares para seguir los partidos. Sin embargo, bares y restaurantes se encuentran actualmente cerrados en Barcelona al tiempo que la región catalana trata de disminuir los contagios de COVID-19.
Koeman no ofreció indicios sobre la alineación titular que saldrá ante el Madrid, señalando que el desempeño, y no la experiencia, fue la clave para que él eligiera a los jugadores. No descartó optar por sus dos delanteros de 17 años, Ansu Fati y Pedro “Pedri” González. Ambos forman parte del proyecto de reestructuración que Koeman prometió realizar como técnico después de una temporada 2019-20 en que el club se fue con las manos vacías.
Madrid llega al encuentro después de dos derrotas consecutivas, una en la Liga frente a Cádiz y la otra en la Liga de Campeones contra el club ucraniano Shakhtar Donetsk.
No obstante, Koeman descarta que esos resultados sean un factor a considerar para el compromiso del sábado.
“Esperamos un Madrid más compacto y con menos espacios”, aseveró Koeman, destacando que el rival sabe lidiar con la presión
Para Zinedine Zidane, timonel del Real Madrid, el viaje a Barcelona es la oportunidad ideal para poner fin a la mala racha del conjunto.
“Nosotros sabemos que podemos cambiar las cosas todos juntos y los jugadores quieren hacer un buen partido”, dijo Zidane. “Como siempre un Clásico es un Clásico con dos equipos buenos que se enfrentan. Va a ser un buen partido a pesar de la situación y el campo vacío que vamos a encontrar”.