El club vigente campeón del fútbol alemán, el Bayern Múnich, puso en marcha desde esta semana entrenamientos a través de internet, destinados a mantener la forma física de sus jugadores y a permitirles seguir en contacto.
La medida se tomó incluso antes de que la región de Baviera decretara un confinamiento contra la pandemia del nuevo coronavirus.
"Hemos tenido ya tres veces de esto tan particular, los ciberentrenamientos", contó el sábado Thomas Müller en un chat por vídeo con sus fans en una red social.
"Es casi una sesión de entrenamiento en vídeo. Estamos conectados con un entrenador, en ocasiones nuestro preparador físico, que se encuentra en Säbener Strasse (el centro de entrenamiento del club)", añadió el atacante de 30 años.
"Nos enseña los ejercicios y todo el equipo los hace con él", explica Müller, recluido en su granja bávara, donde cría caballos.
"Hacemos gimnasia, ejercicios de bicicleta estática o de cinta de correr. Hemos tenido ya un buen programa y seguimos en plena forma. Nunca hemos tenido unos abdominales tan bien musculados", detalló entre risas.
El club estaba líder de la clasificación de la liga alemana cuando el campeonato fue interrumpido.
Para respetar las consignas sanitarias, el Bayern pidió pronto a sus jugadores que se quedaran en casa, desde el miércoles, antes de que Baviera decretara el confinamiento en su región el viernes.
– Sentimiento de cohesión –
A principios de la semana, el entrenador Hansi Flick y su cuerpo técnico prepararon sesiones de 75 a 90 minutos, que los jugadores deben seguir obligatoriamente juntos en horarios fijos, conectándose a través de tabletas electrónicas.
El objetivo de estos 'ciberentrenamientos' es no perder una buena forma física, pese a no poder trabajar en los aspectos con el balón o más propios del fútbol.
"Tenemos que concentrarnos en un trabajo de mantenimiento", admite el preparador físico Holger Broich. "Es fácil gestionar la forma física a distancia, con gimnasia funcional, ejercicios de fuerza y de resistencia", dice.
Los jugadores están equipados con relojes deportivos conectados, que permiten a los médicos del club recibir en sus pantallas los datos de base del ritmo cardíaco, como la intensidad o los tiempos de recuperación.
La otra ventaja de esas sesiones colectivas en línea es el mantenimiento de los lazos sociales entre los deportistas, que están acostumbrados a vivir juntos todo el año.
"Hablamos mucho para mantener el sentimiento de cohesión", afirma Müller.
"Exigimos la misma puntualidad y la misma disciplina (…) Los entrenamientos en videoconferencia son momentos importantes de la vida colectiva en este momento", apunta Broich.
Después de las sesiones, los jugadores siguen durante mucho tiempo conectados para hablar entre ellos y seguir estrechando los lazos humanos, asegura el preparador físico del Bayern.