Neymar y el París SG, a romper en Dortmund la maldición de octavos

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¿El talento para combatir la mala suerte? El París Saint-Germain y su estrella, el brasileño Neymar, traumatizados por las lesiones y las eliminaciones tempranas en Liga de Campeones, esperan poner fin a la maldición de octavos de final contra el Borussia Dortmund y su temible 'Muro Amarillo', el martes en el duelo de ida.

Desde la increíble remontada del FC Barcelona en 2017, la lección del Real Madrid en 2018 y otra remontada inesperada del Manchester United en 2019, los parisinos no piensan más que en esto: demostrar por fin el valor de una plantilla cinco estrellas, pensada para triunfar, no para las humillaciones.

El PSG, que ha convertido la máxima competición continental en su gran objetivo desde su adquisición por el fondo catarí QSI en 2011, acumula tres eliminaciones consecutivas en octavos pese a las faraónicas inversiones.

El símbolo de la maldición es Neymar, fichado por la súma récord de 222 millones de euros en el verano boreal de 2017 para romper el maleficio pero que solo ha podido jugar uno de los cuatro últimos encuentros de octavos desde que viste la camiseta parisina.

¿El motivo? Dos graves lesiones en el pie derecho, sufridas justo antes de la fase de eliminatorias de la 'Champions'.

Pero al contrario que en las dos últimas temporadas, 'Ney' debería estar sobre el césped el martes, sin importar su falta de ritmo y su ausencia en los cuatro últimos compromisos de los campeones franceses por una lesión en las costillas.

Ejemplo de la psicosis que rodea al estado de salud del 10 brasileño y de otros astros en las dos últimas semanas, la precaución se ha llevado al extremo, como se pudo ver en el partido del sábado contra el Amiens (4-4), con una gran mayoría de suplentes.

– Reencuentros para Tuchel y Mbappé –

En las últimas seis semanas el entrenador del PSG, Thomas Tuchel, ha visto lesionarse a los brasileños Thiago Silva y Marquinhos, al español Juan Bernat, a Presnel Kimpembe ¡y también a Neymar!.

Protegido y entre algodones, el brasileño de 28 años tendrá por fin la oportunidad de demostrar su increíble talento.

A la hora de volver a Dortmund, donde vivió un matrimonio sombrío entre 2015 y 2017, Tuchel sabe que le necesitará. El preparador germano, que no dejó la misma huella que Jürgen Klopp (2008-2015) en el corazón de los aficionados del Borussia, se juega su futuro en París.

Si el desafortunado Abdou Diallo, llegado este verano boreal a París procedente del equipo de la cuenca del Ruhr, se perderá su regreso por lesión, ese no será el caso de Kylian Mbappé.

En 2017, el exjugador del Mónaco, de 18 años, confirmó su inmenso talento al anotar un doblete en Dortmund con los monegascos. El inicio de un irresistible ascenso que quiere culminar en 2020 con el triplete 'Champions'-Eurocopa-JJOO.

– Haaland y el 'Muro Amarillo', principales peligros –

Enfrente estará Erling Haaland, de 19 años, que espera seguir sus pasos. Fichado por el cuadro alemán este invierno boreal después de los 8 goles que marcó en la fase de grupos con el RB Salzburgo, el noruego es el principal peligro para el club francés.

"Es genial jugar contra un futbolista así, que comenzó su carrera con mucho ánimo y que está muy motivado. Pero el PSG lo estará también", advirtió el capitán parisino Thiago Silva.

Al contrario que el París SG, el Dortmund aprovechó su último enfrentamiento, en Fráncfort (4-0), para llenarse de moral. "Con esta concentración, esta actividad, tendremos una buena oportunidad", celebró el defensa Mats Hummels.

En una ciudad donde los símbolos amarillos y negros del BVB son visibles en cada esquina e incluso en el interior de las iglesias, decir que el fútbol se vive en Dortmund como una religión no es un cliché.

Bastaba con ver el viernes el 'Muro Amarillo', gigantesca tribuna donde los aficionados están de pie y que suelen hacer magníficos tifos, para medir el espectacular ambiente que les espera a los franceses.

"El martes va a ser caliente, pero obviamente también debemos estar atentos: en ataque, el PSG tiene una calidad enorme", previno Sebastian Kehl, mánager de la formación alemana.