En protesta por no recibir sus remuneraciones, los jugadores de Veracruz hicieron un paro durante el partido ante Tigres que les ganó 3-1 en la decimocuarta fecha del torneo Apertura-2019 del fútbol mexicano.
El equipo de Veracruz estuvo casi cinco minutos sin jugar o disputar el balón y eso le costó sufrir dos goles.
Cuando el árbitro pitó el inicio del partido, los 'Tiburones Rojos' de Veracruz retrasaron la pelota hasta su portero Sebastián Jurado que lo controló y no lo jugó, incluso se arrodilló en el área.
Los otros titulares se quedaron inmóviles en la cancha mientras los suplentes estaban de pie fuera del área técnica.
Desconcertada, la afición veracruzana comenzó a silbar.
Los Tigres estaban avisados de que esa forma de protesta duraría tres minutos, pero pedían que el rival jugara la pelota por orden de su entrenador Ricardo Ferretti.
Tras unos segundos, el guardameta Jurado lanzó el balón al frente sin que sus compañeros compitieran por él.
En el minuto 2 los Tigres se hicieron de la bola. El chileno Eduardo Vargas la recibió adelante del mediocampo y sin que nadie del Veracruz opusiera resistencia tiró al arco para el 1-0.
Los 'Tiburones' reanudaron con el saque desde el círculo central y se volvieron a desentender del balón sin atravesar la línea de media cancha.
Al minuto 4 ante el desgano de los escualos, Vargas le tocó la pelota a André-Pierre Gignac que marcó el 2-0 con un tiro desde fuera del área.
A partir de ese momento, el chileno y el francés recibieron durante todo el primer tiempo los reclamos de los jugadores del Veracruz por no haberse solidarizado con su protesta.
Casi se cumplía el minuto 5 cuando los 'Tiburones' por fin se pusieron a jugar, pero al 8 Vargas les hizo el 3-0 al definir un pase filtrado al área con un disparo cruzado.
Al 90, los 'Tiburones' hicieron el gol de la honra. El inglés Kazim Richards firmó el 3-1 con un remate dentro del área chica.
Cuando finalizó el partido, los jugadores del Veracruz despidieron a los Tigres con aplausos de sarcasmo.
De esta manera, además de protesar por la falta de pagos, el equipo veracruzano llegó a 40 partidos de liga sin ganar y se quedó en el fondo de la clasificación con cuatro puntos; los Tigres llegaron a 23 unidades.
Al presentarse al partido, los jugadores del Veracruz evitaron el descenso automático estipulado en el artículo 66 del reglamento de la Liga MX que se refiere a las Incomparecencias.
Sin embargo, el árbitro Fernando Hernández no aplicó el artículo 65 que ordena la suspensión del partido "por actitud antideportiva, rebeldía o cualquier situación ocasionada por jugadores…"