Lejos de su mejor versión, incluso de una buena, el Barcelona jugó en Alemania lo que quiso el Dortmund, que fue poco. Entre otras cosas porque el equipo de Valverde no fue capaz de lograr una salida limpia dese atrás y se generó un efecto dominó preocupante porque los medios apenas aparecieron en partido y menos lo hicieron los puntas. Así, apenas se contó un disparo de Griezmann que no vio puerta y otro de Luis Suárez que Bürki despejó a tiempo. Y, aunque ninguno de los dos delanteros tuvo peso ni presencia en el duelo, fue Ansu Fati –de menos a más el joven imberbe- el que le cedió su puesto a Messi.
El 10 jugó media hora, al fin en el tapete tras superar su lesión en el sóleo, pero tampoco se salió con la suya por una vez. Enfrente estaba un señor equipo, tan rápido en las transiciones como pulcro en el repliegue cuando fuera necesario. Pero sobre todo punzante a las contras con las carreras de Hazard y Sancho, también de Reus. Tres tormentos que, sin embargo, solucionó bien el Barcelona. Al menos en el primer tiempo porque tras el entreacto el equipo alemán metió una marcha más y si no ganó fue porque lo evitó Ter Stegen.
What. A. Save!
? Ter Stegen denies Reus from the spot ?#UCL pic.twitter.com/ey8wpxuQ69
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) September 17, 2019
Asíu, cuando falló el equipo –centrado en Semedo al cometer un penalti sobre Sancho- apareció el meta alemán que defendió en su tierra su candidatura a la titularidad de la selección, ahora que anda a la gresca con Neuer. No solo le detuvo la pena máxima a Reus sino que le sacó un mano a mano que se cantó gol antes de tiempo. Dos paradas –además del larguero de Brandt- que mantuvieron de pie al Barcelona, que se marcha de Alemania con un empate, con el mismo resultado que sacó el Slavia de Praga en campo del Inter.