Uno es el “Superclásico de las Américas”. El otro es el “Clásico del Pacífico”.
Tras una insípida ronda de cuartos de final en la que sólo se anotaron dos goles, las semifinales de la Copa América ofrecen dos clásicos de alto voltaje.
El primero es el que acaparará los reflectores: el anfitrión Brasil contra Lionel Messi y una Argentina que por fin da señales de vida. Se medirán el martes en Belo Horizonte.
Al día siguiente, en Porto Alegre, la otra semifinal enfrenta a Chile, el campeón de las últimas dos ediciones del torneo continental, ante un Perú que resucitó tras sufrir una goleada de escándalo ante Brasil en la primera ronda.
El pase de Perú a la penúltima instancia fue a costa de Uruguay, el equipo con más títulos en la historia del certamen. Lo hizo por medio de los penales, el mecanismo que decidió tres de las cuatro eliminatorias de los cuartos de final.
Los penales mediaron como solución para romper el 0-0 que imperó en tres de los encuentros. La excepción la dio Argentina, que despachó 2-0 a Venezuela.
Todos los partidos de cuartos quedaron debiendo, aunque el Chile-Colombia ofreció momentos de alta intensidad. La fase de grupos tampoco fue un dechado de virtudes, salvo pasajes de alto nivel por parte de Uruguay al golear a Ecuador y el contundente despliegue de Colombia para vencer a Argentina. Pero tanto uruguayos como colombianos se han regresado a casa.
Tras su dubitativo comienzo, Argentina se salvó de la prematura eliminación y ha encontrado cierto orden colectivo pese a que su estrella Messi ha reconocido que no está jugando bien. El capitán albiceleste se ha entregado a labores de sacrificio.
Las malas condiciones de las canchas en Brasil no han colaborado para poder degustar un fútbol fluido y de calidad. Jugadores y técnicos se han quejado por igual.
“La pelota parece un conejo”, se quejó Messi.
Otra nota que ha desafinado desde el primer silbatazo, el 14 de junio, ha sido las flojas concurrencias a los partidos, algo atribuido al elevado costo de los boletos y varios partidos que no despertaron interés. Por ejemplo, el choque entre Ecuador y el invitado Japón apenas atrajo a 2.100 espectadores que adquirieron entradas para ir al estadio Mineirao de Belo Horizonte, con capacidad para 62.000.
No pasará lo mismo el martes en el Brasil-Argentina, los dos acérrimos rivales de Sudamérica. Todo se ha agotado para su cita en Belo Horizonte.
Otros aspectos de las semifinales:
SEQUÍAS
Ambos afrontan una enorme presión debido a sequías de trofeos.
Como local, el título es lo único que los brasileños le aceptarán al técnico Tite. Argentina no puede tolerar otro fracaso: con 32 años recién cumplidos, a Messi se le agotan las oportunidades para conseguir un primer título con la selección de mayores.
La Canarinha no gana la Copa América desde 2007 y su última gran consagración fue en el Mundial de 2002. Argentina está peor: lleva esperando subirse a un trono desde la Copa América de 1993 y su última conquista de un Mundial fue en 1986.
“Argentina siempre será Argentina, pese a que no está pasando por un buen momento”, comentó el defensor brasileño Thiago Silva.
Silva se deshizo en elogios hacia Messi, definiéndole como “el mejor jugador de la historia, el mejor que vi jugar.
“Se puede llegar a despertar”, añadió. “Hay que tener especial cuidado tanto cuando tenemos la pelota como cuando no. A veces camina durante el partido, pero siempre está buscando espacios para la contra”.
EL TRAUMA DEL MINEIRAO
Brasil jugará otra semifinal de envergadura en un estadio que le trae malos recuerdos. El Mineirao fue donde fue humillado 7-1 por Alemania en el Mundial de 2014.
“Nadie aquí tiene amnesia, nadie se ha olvidado de eso ni se va a olvidar”, sostuvo Silva. “El partido contra Alemania fue una pesadilla para nosotros. Pero esa fue una situación distinta. Ahora nos toca Argentina y tenemos que enfocarnos en nuestro fútbol”.
La última vez que Brasil jugó en el Mineirao fue ante Messi y Argentina y las eliminatorias del Mundial de 2018, y se impuso sin sobresaltos 3-0. El autor de uno de esos goles fue Neymar, quien se perdió esta Copa América por una lesión del tobillo.
En la estadística, Brasil domina el historial con 41 victorias contra las 38 de Argentina, con 26 empates. Además, Brasil nunca ha perdido en casa ante Argentina en un partido oficial.
DUELO DE GOLEADORES
El Chile-Perú enfrentará a los dos máximos goleadores en activo de la Copa América: el capitán peruano Paolo Guerrero ante el ariete chileno Eduardo Vargas, ambos con 12 dianas. Pase lo que pase tendrán dos partidos, la final o el duelo por el tercer puesto, para acercarse al brasileño Zizinho y al argentino Norberto Méndez, quienes con 17 lideran la tabla histórica.
El común denominador para ambos equipos es sentirse ultrajados por las críticas en sus países. Los peruanos tras la debacle ante Brasil y los chilenos en la mira tras perderse el pasado Mundial.
Pero la Roja ha reverdecido laureles con los goles de Alexis Sánchez y la garra de Arturo Vidal. Con sus dos caudillos, Chile buscará acceder a su tercera final seguida en la Copa América. También pretende ganar su tercer cetro continental, algo que no se logra desde Argentina al final de la década de 1940.
Perú también tiene dos coronas en sus vitrinas, pero la última fue en 1975. La Blanquirroja fue semifinalista en dos de las tres últimas ediciones, quedando tercera en 2011 y 2015.
“Frente a una selección uruguaya que está entre las mejores del mundo, hemos demostrado que este grupo tiene sangre y garra”, afirmó Guerrero.