Panamá triunfó, Estados Unidos apabulló, y ambas selecciones se instalaron el sábado en los cuartos de final de la Copa de Oro, con una cosecha perfecta de seis puntos tras dos encuentros de la fase de grupos.
A primera hora durante la doble cartelera en el FirstEnergy Stadium, la selección canalera doblegó 4-2 a Guyana con tantos de Abdiel Arroyo y Gabriel Torres, así como un autogol y un penal cuya ejecución se repitió.
Más tarde, Estados Unidos cobró algo de revancha de la selección que lo dejó fuera del último Mundial, y le propinó un despiadado 6-0 a Trinidad y Tobago.
Arroyo aprovechó un largo pase de Michael Murillo y una grave equivocación del arquero guyanés Akel Clarke para inaugurar el marcador a los 15 minutos. Clarke salió a destiempo en busca de cortar el envío, y Arroyo adelantó el balón con el pecho, antes de empujarlo con el botín derecho hacia el arco desguarnecido.
Guyana sacó al menos un rédito histórico del duelo: su primer tanto en la Copa de Oro, derivado de un cuestionable penal. El árbitro jamaiquino Daneon Estrado marcó una falta de Harold Cummings, quien hizo contacto con el balón y luego con Jordan Dover.
Neil Danns convirtió desde los 12 pasos para igualar provisionalmente el marcador a los 33 minutos.
“Al principio estuvimos un poco relajados, ante un rival que nos exigió”, comentó el seleccionador panameño Julio Dely Valdés. “Hicimos los ajustes y cumplimos el objetivo más importante que era ganar”.
Apenas seis minutos después del susto que dio Guyana, Terence Vancooten intentó despejar un centro de Murillo, impactando el balón de pierna derecha dentro del área. Terminó enviándolo a su propio arco para devolver la ventaja a los canaleros.
Recién a los dos minutos del inicio del complemento, dos jugadores guyaneses derribaron a Arroyo en el área. Clarke atajó el primer disparo de Eric Davis, pero Estrado juzgó que el arquero se había movido de manera anticipada y ordenó una nueva ejecución del penal.
El jugador del Streda de Eslovaquia no falló en la segunda oportunidad.
A los 85, tras una serie de rebotes, vino un largo centro hacia el callejón izquierdo del área, donde Román Torres remató de cabeza sin mayores problemas para hacer el 4-1.
Ya en los descuentos, se sancionó un nuevo penal favorable a Guyana, por una mano de Valentín Pimentel, ingresado como suplente.
Más tarde, Gyasi Zardes aportó dos tantos en un tramo de tres minutos del segundo tiempo, y Estados Unidos tomó la cima del Grupo D, con foja perfecta, 10 goles anotados y ninguno recibido.
Aaron Long anotó sus dos primeros goles con la selección, mientras que Christian Pulisic y Paul Arriola consiguieron uno por cabeza durante una andanada de cinco anotaciones en el complemento.
Fue el primer partido entre Estados Unidos y Trinidad desde el 10 de octubre de 2017. En aquella fecha, los norteamericanos requerían sólo de un empate para clasificarse a Rusia 2018, pero cayeron por 2-1 en casa de los Soca Warriors y sufrieron una eliminación bochornosa.
Ello generó una reestructuración del programa de selecciones nacionales masculinas en el país, y derivó en el nombramiento de Gregg Berhalter como técnico.
“Siempre que estamos en la cancha tratamos de demostrar algo”, recalcó Zardes. “Tratamos de cambiar la forma en que el mundo ve el fútbol estadounidense”.
Por ahora, el primer objetivo está cumplido. Estados Unidos tiene asegurada la clasificación a la ronda de los ocho mejores, lo mismo que Panamá, con seis unidades. Guyaneses y trinitenses están en el fondo del grupo, con las arcas vacías y chocarán entre sí en la última fecha del grupo, el miércoles en Kansas City.
Estados Unidos y Panamá lucharán por el primer puesto del grupo en la misma fecha y localidad.
“Avanzamos a la siguiente ronda. Eso es importante”, valoró Berhalter. “Nuestro objetivo era prepararnos para este partido, sabiendo que éramos capaces de obtener la clasificación. Ése era el objetivo del grupo, y Trinidad se interponía en nuestro camino”.
Ya no.
